PP y PSOE cierran el cerco sobre Batasuna con seis nuevas reformas

En el encuentro el PP y PSOE acordaron presentar juntos una batería de proposiciones en el Congreso para modificar el Código Penal, las leyes Electoral, de Bases de Régimen Local, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de Enjuiciamiento Criminal y la de Financiación de los Partidos. El acuerdo abarcó, además, a la constitución de un fondo económico con cargo a los Presupuestos de 2003 para financiar las medidas de seguridad de los cargos públicos, y la creación de una mesa entre los partidos y el Ministerio de Interior para actualizar las medidas de protección, un foro similar al de Arkaute, sede de la academia de la Ertzaintza, que reúne a los partidos democráticos vascos y la Consejería de Interior del Gobierno vasco. El calendario previsto es que el bloque de reformas y las medidas políticas sean refrendados por la comisión de seguimiento del pacto antiterrorista este mes, y a lo largo de junio y julio se remitan al Congreso para que sean debatidas en otoño próximo, entren en vigor antes de que finalice este año y se apliquen para las elecciones del 25 de mayo de 2003. El portavoz socialista, Álvaro Cuesta, compartió «la satisfacción» por un acuerdo que «garantizará el ejercicio de la función pública» en el País Vasco e impedirá que «los terroristas y sus cómplices aprovechen los intersticios de la ley para dinamitar la democracia, la libertad y la convivencia». El dirigente del PSOE señaló que con el paquete de reformas «se trata de ganar la batalla» a ETA y Batasuna y conseguir que «ningún ciudadano, ningún voto, ninguna opinión democrática quede sin voz por la coacción del terror». Cuesta sostuvo que «buena parte» de los acuerdos y «su filosofía» se inspiran en los compromisos alcanzados en «la mesa de Arkaute», un foro en el que también participa el PP, aunque no ha suscrito los acuerdos que se han formalizado. El portavoz popular en el Senado y en la comisión técnica, Esteban González Pons, evitó entrar en ese terreno. El dirigente del PSOE precisó que el acuerdo está «abierto a otros grupos». El PP hizo, sin embargo, una lectura distinta. González Pons secundó la invitación a PNV e IU, pero con condiciones para los nacionalistas.