Aznar anuncia un programa de inmigración cuya aplicación será inmediata en la Unión Europea
La política comunitaria para combatir la inmigración ilegal centrará el debate del Consejo Europeo de Sevilla, a juzgar por la insistencia del presidente del Gobierno, José María Aznar, en plantear este asunto como capital para el futuro de los países comunitarios. Así lo hizo ayer en Lisboa, a donde le llevó la gira de capitales que realiza para preparar la reunión que pondrá fin al semestre de presidencia española y donde pretende proponer la aprobación de un plan de aplicación inmediata. El presidente español dedicó buena parte del almuerzo de trabajo que compartió con su colega portugués, José Manuel Durao Barroso, al debate sobre la política europea de inmigración para definir la agenda de Los Quince en la cumbre que se celebrará en Sevilla los días 21 y 22 de este mes. «La inmigración es uno de los temas más importantes de la Europa de hoy y buscamos una política común sobre la base del desarrollo de los acuerdos ya establecidos», destacó José María Aznar, El presidente español considera que es necesario aprobar «un programa operativo, inmediato, con responsabilidades, obligaciones y decisiones concretas que sean inmediatamente aplicables». Además de la inmigración, Aznar y Durao Barroso intercambiaron opiniones sobre la reforma del Consejo Europeo y la ampliación de la Unión Europea. Según el jefe del Ejecutivo hispano, «España y Portugal están totalmente de acuerdo en los asuntos políticos europeos y podemos trabajar con plena comodidad». Anunciada la privatización de muchas de las empresas estatales portuguesas, los medios de comunicación lusos han advertido, durante los últimos días, del riesgo de que se produzca una supuesta «invasión» española de la economía portuguesa. El primer ministro luso aseguró que «no hay fundamentos para estas ideas que son totalmente falsas». Para el mandatario portugués, lo único cierto es que Portugal se encuentra en un momento importante de expansión en el que debe estar «abierto a los demás países como España». Las relaciones bilaterales entre los dos países ibéricos no fueron tratadas en esta reunión pero el presidente del Gobierno español comunicó a su colega que la próxima cumbre luso-española tendrá lugar en octubre en Valencia. En esta cita, ambos gobiernos van a abordar detenidamente otros asuntos de interés común.