Aznar apadrina al candidato popular y recuerda que tuvo que desalojar del centro al ex presidente para llegar al poder
Suárez Illana se aúpa en el recuerdo de su padre para ganar a Bono
El recuerdo del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez González fue la plataforma a la que se aupó en su bautismo político s
«De por vida» prometió quedarse Suárez Illana en Castilla-La Mancha y asumió así un compromiso, que comparó con el de su matrimonio, para acallar las críticas y desconfianzas de quienes le tildan de advenedizo en la tierra de su esposa. Enfundado en un traje gris marengo con camisa de sport color celeste y sin corbata, las sienes plateadas y el mismo tono de voz de su padre, el candidato del PP hizo llorar a muchos castellano- manchegos con un discurso que muy bien podría haber sido pronunciado hace 15 años. El evidente parecido físico entre padre e hijo hicieron el resto. Las continuas referencias a la figura paterna, al centrismo, el diálogo y la tolerancia hicieron que el ausente estuviera en todo momento presente. Aunque evitó apoderarse de frases que hiciera célebre su progenitor, el candidato no pudo impedir el recuerdo de aquel famoso «puedo prometer y prometo» cuando parafraseó la coletilla al anunciar que «no prometeré nada que no vaya a cumplir». Además de mencionar lo mucho que aprendió de su padre, desgranar su programa político y elogiar a José María Aznar, lanzó un mensaje conciliador a sus adversarios. «No vengo aquí a enfrentarme con nadie ni a quitarle nada a nadie», dijo, «soy, nada más ni nada menos, que el candidato del partido ganador». Explicó que su aspiración es conservar el 53% de votos que el PP obtuvo en Castilla-La Mancha en las pasadas elecciones generales. Aseguró que su objetivo no es «lograr el poder por el poder», pero anunció que no descansará hasta que el PP sea el primer partido en los comicios locales y autonómicos. El secretario general del PP, Javier Arenas, y el propio Aznar aportaron las críticas al presidente castellano-manchego, José Bono, que acapara para sí, en las elecciones autonómicas, parte de los votos que el PP consigue en las generales. Ambos dirigentes reclamaron el cambio de Gobierno y la alternancia, después de 20 años ininterrumpidos de gobierno socialista en la región. Adelantaron uno de los argumentos que, a todas luces, será capital en la campaña popular y reprocharon a Bono que haya intentado, sin éxito, dejar la Junta para dirigir el PSOE . Aznar dijo ser «el amigo mayor del hijo de Adolfo», después de haber sido «el amigo joven del padre de Adolfo» y con tal autoridad, dio la alternativa al candidato, a quien presentó como «la gran esperanza para Castilla-La Mancha». También reivindicó la herencia de Suárez, al que atribuyó el mérito de la celebración de las primeras elecciones generales. No tuvo empacho en recordar los tiempos en que, a principios de los años 90, disputó al partido de Suárez el espacio del centro político del que terminó por desalojar al presidente del CDS y así alcanzar el poder.