Ceuta y Melilla niegan que maltraten a inmigrantes
Los gobiernos de Melilla y Ceuta han rechazado enérgicamente por falso un informe de las Naciones Unidas que llamaba la atención sobre la «alarmante» situación de los menores en España. Según la organización, los centros de menores mantienen en una situación de malos tratos y falta de higiene y educación a los niños y jóvenes inmigrantes, especialmente marroquíes, en Ceuta y Melilla. Desde las consejerías de Asuntos Sociales de sendas ciudades autónomas se ha asegurado la falsedad y mala intención del documento por no corresponderse con la realidad. Además, apuntan a que la solución al problema no ha de venir de los gobiernos nacionales sino de Marruecos. El rechazo ha surgido a raíz de un informe de once folios en el que la ONU, bajo el título Observaciones finales del Comité de los Derechos del niño en España, se muestra inusualmente dura en las exigencias al Gobierno para que solucione la situación de los menores inmigrantes desamparados, especialmente los marroquíes que entran ilegalmente en Ceuta y Melilla. Además de pedir «medidas urgentes», el informe subraya que los funcionarios españoles someten a malos tratos a los niños y que desde la Administración se «les deniega el acceso a la salud y a la educación». El Comité lamentaba «que algunas de las recomendaciones anteriores no hayan sido escuchadas anteriormente». Las cinco acusaciones básicas del texto coinciden con las denuncias expresadas en los últimos dos meses por Amnistía Internacional, Human Rights Watch y el Defensor del Pueblo. Las críticas se refieren, además de a malos tratos, a la saturación y falta de acceso a la atención sanitaria y la educación, a las expulsiones sumarias y los fallos a la hora de proporcionarles residencia temporal. La consejera de Asuntos Sociales de la Ciudad Autónoma de Melilla, Isabel Quesada, aseguró hoy que el informe de la ONU «es falso» y genera actitudes xenófobas. Quesada denunció que informes como el de la ONU «son distorsionadores de la realidad» y «van en contra del Gobierno y de todo ser humano que hay en Melilla». Así, se preguntó «con qué intención maligna están extorsionando la realidad» y aseguró que estas informaciones «están creando una actitud de la población general casi xenofóbica».