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Las Fuerzas de Seguridad del Estado explican en un informe que la banda cree que ha fallado en su selección

ETA busca a «rebeldes irredentos contra el Estado» para sus filas

La banda terrorista ETA ha dejado de promover «la formación de sus militantes», y en su lugar, confiere una gran importancia a «la asunci

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EP - MADRID.

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La dirección de la banda pensaba que todos los esfuerzos iban encaminados a «despertar y acrecentar la conciencia nacional con la causa de territorialidad e independencia», además de «la conciencia social con el entorno del resto de militantes», así como «su coherencia personal y colectiva». En el documento de las FyCSE se explica que «el análisis de la praxis les ha llevado a la conclusión de que el proceso educativo ha fallado, y lo ha hecho por culpa de la represión del Estado». «Para ellos -señala el informe- la represión del Estado es una sutil maniobra que tiene como objeto final la normalización del sujeto político revolucionario, mediante la adaptación y asunción que éste hace de los códigos de comportamiento establecidos», entre los que destacan «no planterar graves poblemas al Estado y someter sus luchas a los códigos establecidos por las relaciones de los niveles jurídicos». Por ello, el análisis de las Fuerzas de Seguridad del Estado destaca, entre otras reflexiones internas de la banda, «dejar sistemáticamente fuera de nuestras preocupaciones formativas a la «normalidad» en su sentido fuerte y real, porque esa «normalidad» que menospreciamos está adquiriendo nuevos y peores contenidos opresores. Por eso, formación debe ser el proceso de supresión de la normalidad del sujeto». «La formación -resalta otro párrafo- debe de forzar la estructura de carácter de las personas que les impide tomar conciencia de sus intereses reales. Romper el miedo a la libertad, a la inseguridad, y el temor a la emancipación nacional y social». «Estos miedos -prosigue-, provocados por la represión y su efecto, la normalizacion, hacen que para el militante una cosa sea convencerle de la legitimidad histórica de los derechos nacionales y sociales y otra muy difente convencerle de la necesidad de un proceso ininterrumpido hacia la independencia y el marxismo».