El agente de proximidad, ayudado por un vecino, detuvo en Algemesí al etarra Aitzol Maurtúa
Un policía frustra un nuevo intento de ETA de instalarse en Levante
La banda terrorista ETA fracasó ayer en un nuevo intento de introducir en el Levante un comando armado para sembrar el caos durante la campaña de verano.
La detención tuvo lugar poco después de las 11.00 horas de la mañana, cuando el patrullero, que hacía su ronda habitual por la calle Cardenal Martí de Algemesí, se percató de que un Renault 19 de color blanco estacionado en esa calle tenía una matrícula de Barcelona demasiado antigua para un modelo tan moderno. El agente, por radio, pidió a sus compañeros de la comisaría que comprobaran las placas del vehículo, que resultaron ser de un viejo Seat 127, dado de baja hace varios años. Mientras el policía pedía una grúa para retirar el turismo robado -sin sospechar que podría tratarse de un coche de ETA- observó cómo un joven, con aspecto playero y bermudas -Maurtúa- se dirigía a la puerta del conductor del vehículo con la intención de marcharse. Cuando el agente trató de identificarle, el etarra emprendió la fuga a pie. El policía, junto a un vecino que se incorporó de manera espontánea a la carrera, logró atrapar y reducir en el suelo al terrorista tras una breve persecución. En el momento de su captura, el activista se identificó como miembro de ETA y lanzó gritos a favor de la banda armada, supuestamente -según la sospecha policial- para alertar de su detención a su compañero. Según informó el Ministerio del Interior, Aitzol Maurtúa portaba en una mochila una pistola «HS-p» automática de fabricación checa, de nueve milímetros parabellum, con el cargador completo: catorce balas. Además, el terrorista llevaba documentación falsa, incluido un DNI y una placa de Policía Nacional con la identidad falsa de Daniel Jaque García. Tras la detención, la Jefatura Superior de Policía de Valencia ordenó de inmediato acordonar las inmediaciones del vehículo y desalojar a cerca de 300 familias de la calle Cardenal Martí, ante la sospecha de que el coche pudiese contener explosivos. Los funcionarios también tuvieron que evacuar a unos 40 niños y bebés de la cercana guardería «Els Angels». Tras más de tres horas y media de trabajo, los Tedax confirmaron que en el vehículo no había explosivo alguno, aunque en el interior del maletero había una tartera. Fuentes de la investigación señalaron que Maurtúa, nacido en Vizcaya y de 21 años, habría pasado a ser un «liberado» de ETA (a sueldo de la organización) hace sólo tres meses, tras haber pasado varios años en la cantera de la lucha callejera. El director de la Policía, Juan Cotino -que se desplazó hasta Valencia para felicitar al agente que practicó la detención- explicó que las Fuerzas de Seguridad le habían fichado por primera vez el 26 de abril de 1997 por su participación en actividades de violencia callejera, en concreto en el lanzamiento de cócteles molotov.