Rodríguez Zapatero afirma que cambiará la reforma del desempleo si es elegido presidente
Aznar solicita a los sindicatos que garanticen el derecho al trabajo
El presidente del Gobierno, José María Aznar, advirtió ayer en el Congreso que el Gobierno garantizará el derecho a la huelga el próximo día 20, tanto como
En su intervención en el hemiciclo, Zapatero acusó a Aznar de defender un modelo social «insolidario e inseguro» a través del autoritarismo, al tiempo que advirtió de que «lo que ha decidido cambiar por Ley utilizando su mayoría será también cambiado por Ley con una nueva mayoría». El día anterior a la convalidación del decreto ley sobre la reforma del desempleo, el Congreso debatió durante casi toda la tarde las medidas que conlleva, tanto en la batería de preguntas lanzadas por los grupos de la oposición sobre los miembros del Gobierno, como en las interpelaciones urgentes posteriores solicitadas por socialistas e IU. Tras una épica intervención inicial del líder de IU, Gaspar Llamazares, en la que intentó aclarar a Aznar que una huelga general no es «un contubernio judeomasónico» de la época de la Inquisición, el responsable del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero le recordó que el Estado de Bienestar no es «una concesión que se hace a los pobres», ni la prestación por desempleo «una limosna», sino que ambas cosas son derechos de los trabajadores en un modelo estatal que ahora se ha cambiado. Acusación Aznar utilizó la avalancha de datos y logros económicos desde 1996 hasta nuestros días para acusar a Zapatero de «decir frases huecas y vacías que no se pueden tomar en serio para nada». El presidente recordó al líder socialista las mejoras para las familias, los discapacitados, las madres trabajadoras en la nueva reforma fiscal, o incluso, para los trabajadores agrarios con el nuevo desempleo, y le pedió propuestas concretas y que «diga de una vez lo que piensa, si es que alguna vez piensa algo que merezca la pena para el país». Una vez concluidas las preguntas al presidente, la oposición mantuvo sus críticas sobre el ministro de Economía, Rodrígo Rato, y su homólogo en Trabajo, Juan Carlos Aparicio, que negaron una y otra vez la mayor sobre todas las acusaciones de restricción de derechos y recorte de prestaciones del «decretazo» de reforma laboral. Rato tiró sin miramientos del argumentario previsto por el Gobierno para el evento, y recordó todas las reformas laborales con recortes en las que «Zapatero voto sí», un estribillo que todos los diputados del Grupo Popular acabaron recitando a coro, frente al pataleo de los bancos de enfrente. En el turno de las interpelaciones, los socialistas insistieron en sus argumentos y advirtieron al Gobierno que el problema no está en los parados, sino en un Inem que no funciona, en el que consta un escaso fraude en la poca contratación que tramita, frente a las irregularidades detectadas en la temporal.