OPINIÓN Julia Navarro
La verdad y la propaganda
Imagino la rabia y la desesperación de miles de ciudadanos que hicieron huelga y que sin embargo el Gobierno, en colaboración con algunos medios de comunicación públicos y privados, ha decretado que la huelga no ha existido, que fue un fracaso, que el país no paró, y que la jornada del 20-J fue de absoluta normalidad. Mienten quienes aseguran que la huelga fue un fracaso. Lo saben, claro, pero en la sociedad mediática en que vivimos no basta con que las cosas sean como son, depende de si se cuentan o cómo se cuentan. Así que, aunque el 20-J el paro fue bastante mayoritario, éste, por obra y gracia de los medios de comunicación afines al Gobierno, lo han minimizado de tal manera que a fuerza de repetir que no hubo huelga muchos creerán que no la ha habido. Y da miedo, da miedo pensar que hoy en día el poder real lo tiene quién domine los medios de comunicación porque son los medios quienes pueden hacer y deshacer la realidad. El Partido Popular entendió desde sus tiempos de oposición que la política se hace con medios de comunicación, y hoy en día cuenta con un entramado mediático que le permite manejar la realidad a su antojo, es decir, las cosas no son como son, sino como dice el Gobierno que son. Los socialistas en esto han sido unos pardillos, y en mi opinión lo continúan siendo. Qué tiempos estos en que son los medios de comunicación extranjeros, la prensa francesa, alemana, norteamericana, etc., quienes han puesto las cosas en su sitio, relatando que el paro en España fue generalizado, y que empieza a crecer cada vez más la contestación contra el Gobierno Aznar. Es verdad que la del 20-J no ha sido una huelga como lo fue la del 14-D contra el Gobierno socialista. Entre otras cosas porque los empresarios entonces y la mayoría de los comerciantes se sumaron alegres a la huelga para dañar y acabar con el Gobierno socialista. Pero siendo verdad que el paro no ha sido tan general, tan aplastante como aquel 14-D, es una gran mentira que la huelga fue sólo seguida por el catorce por ciento de los españoles.