Diario de León

Piqué y Straw acuerdan redoblar los esfuerzos para cambiar el actual estatus de la colonia

El Gobierno admite que la solución a Gibraltar no será antes del verano

Los ministros de Exteriores español y británico no podrán cumplir los plazos que hace un año fijaron para resolver el contencioso de Gibraltar. El jefe de

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M. Suárez - MADRID.
León

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Las conversaciones entre Madrid y Londres atraviesan un momento delicado, sobre todo por los problemas que está planteando el Gobierno de Tony Blair, presionado por los tories, con Gibraltar e incluso por miembros de su gabinete como el ministro de Defensa, lo que el miércoles hacía temer la ruptura inminente de las conversaciones. El ministro español explicó ayer en los pasillos del Congreso de los Diputados que después de casi un año de conversaciones en las que «hemos avanzado enormemente» quedaban dos opciones: «concedernos un compás de espera o redoblar los esfuerzos» para cerrar esta cuestión, opción que ambos eligieron para relanzar el proceso. En esta línea, señaló que hablaron de «la posibilidad de tener reuniones periódicas más a menudo» y que observó en Straw «la misma determinación» que hace meses. La próxima reunión formal de las conversaciones sobre Gibraltar tendrá lugar en Madrid el 12 de julio, un encuentro del que no está previsto que salga un acuerdo final, según el ministro español. Sin embargo, es posible que Piqué y Straw prepararen «un pronunciamiento público» en una fecha próxima. El ministro español, por su parte, ya ha solicitado comparecer ante la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados para explicar la situación de las negociaciones y dar a conocer «los avances y las discrepancias» que en estos momentos impiden el acuerdo. Entre los principales problemas está el de llegar a una solución intermedia entre la reivindicación española de mantener su aspiración de recuperar totalmente la soberanía de la colonia y la exigencia británica de que un acuerdo cierre la disputa y no se cuestione su vigencia al día siguiente de firmarlo. Diferencias También la consulta a los gibraltareños sobre el resultado de cualquier acuerdo plantea diferencias. Un compromiso adquirido por el Reino Unido con los «llanitos» y que España no aceptaría que fuera vinculante en ningún caso, porque supondría el equivalente a un derecho a autodeterminación que no le está reconocido a la colonia. Por último está la soberanía sobre la base naval que el Ministerio de Defensa británico se niega a compartir. En esta cuestión, el ministro Piqué señaló que «tenemos mucha experiencia en la presencia militar en nuestro territorio» y aseguró que España será «sensible» a las necesidades operativas de la Armada británica.

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