Rajoy, Acebes, Arenas, Zaplana y Rato constituyen el núcleo duro del nuevo Ejecutivo del PP que tutelará su relevo
Aznar hace la mayor crisis de Gobierno
José María Aznar cambió a la mitad de su Gobierno este martes para recobrar nuevo impulso y completar su proyecto político en la s
Jaime Mayor Oreja permanece en el ámbito de la política vasca, ocupado en la preparación de las elecciones municipales. Mariano Rajoy conserva la vicepresidencia primera pero deja la cartera de Interior porque asume la Portavocía, que deja vacante Pío Cabanillas, y el Ministerio de la Presidencia, en el que cesa Juan José Lucas, que pasará a presidir el Senado. La necesidad de sustituir al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, para que asuma la candidatura del PP en Baleares, en los comicios autonómicos del 2003; el posible recambio de Josep Piqué, que ha cambiado el Ministrio de Asuntos Exteriores por el de Ciencia y Tecnología, cuando se convoquen las elecciones en Cataluña y la previsible recuperación de Mayor Oreja para la política nacional son síntomas que permiten pensar que el presidente del Gobierno tendrá que hacer algunos retoques en su equipo el año que viene. Aznar ha querido reunir en el que será su último Gobierno a todos los que tienen algo que decir en el PP y a los representantes de los distintos sectores y familias, consciente de que el proceso que se aproxima para elegir al nuevo candidato a La Moncloa requiere de la máxima unidad interna. En esta clave y en reconocimiento a su gestión por parte de su jefe de filas debe entenderse la permanencia de Federico Trillo en Defensa, Miguel Arias Cañete en Agricultura, Pilar del Castillo en Educación o Francisco Alvarez Cascos en Fomento. Rajoy y Rato en las vicepresidencias y Javier Arenas y Acebes en carteras decisivas constituirán el núcleo duro del nuevo Gobierno que está destinado a poner en marcha los proyectos pendientes del programa político con el que José María Aznar quiere pasar a la historia. Arenas regresa Además, Arenas regresa al poder Ejecutivo sin perder el control del partido ya que compatibilizará el Ministerio con la secretaría general del PP, como garantía de coordinación y cohesión interna entre los populares. Por esta necesidad de tener bajo control a la organización que preside, el jefe del Ejecutivo se ha traído a Madrid a uno de los barones autonómico más poderosos, Eduardo Zaplana, aunque ello signifique poner en riesgo la mayoría absoluta del PP en la Comunidad Valenciana. Zaplana se hará cargo de la conflictiva cartera de Trabajo que deja Juan Carlos Aparicio, para concurrir como candidato a la alcaldía de Burgos, en un momento en que está pendiente la recuperación del diálogo social con los sindicatos. Con Mariano Rajoy como Portavoz, Javier Arenas en Administraciones Públicas y Ángel Acebes en Interior, José María Aznar pretende hacer frente a la ofensiva de los nacionalistas vascos que prevé que se irá agudizando a medida que se acerque el final de la legislatura. Jaime Mayor Oreja, desde el País Vasco, es el otro puntal clave de esta estrategia que tendrá su punto culminante en las elecciones municipales del próximo año. El presidente del Gobierno demuestra así que quiere terminar su mandato como lo empezó, con la lucha contra el terrorismo como primer objetivo de su labor política en el poder. Esta crisis de Gobierno ha confirmado la predilección de Aznar por Acebes que, desde la cartera de Interior tiene ahora la responsabilidad de aplicar las medidas de política antiterrorista que pactó con la oposición en el Ministerio de Justicia y, en concreto, la Ley de Partidos Políticos, con la que el PP quiere llegar a la ilegalización de Batasuna. Otro de los ministros con gran influencia sobre Aznar es el nuevo titular de la cartera de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, que se prepara desde este puesto para su próximo destino como candidato del PP en las elecciones autonómicas catalanas. Piqué pidió a su partido que le permitiera disponer de tiempo suficiente para cambiar el discurso de política internacional por otro más próximo a su electorado catalán. Anna Birulés deja esta cartera en la que no ha dejado rastro no sólo por las características de su gestión sino sobre todo por su nulo perfil político. La parlamentaria europea, Ana de Palacio, hermana de la comisaria y vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, se hará cargo de la cartera de Asuntos Exteriores para los dos años que restan de legislatura. La relevancia que ha adquirido de Palacio en los últimos años -por su papel en los más destacados ámbitos jurídicos europeos, en el Parlamento de Estrasburgo y el Presidium de la Convención Europea- la convierten en la ministra ideal para impulsar las reformas europeas que Aznar defiende y, llegado el caso, preparar su elección como presidente de la UE.