PP y PSOE acusan al tripartito vasco de reeditar el Pacto de Estella

La ratificación este martes -con los votos de PNV, EA, IU-EB y la abstención de Batasuna- del dictamen de la ponencia de la víspera, por la que se da al Gobierno central un plazo de dos meses para transferir al País Vasco 37 competencias, estuvo marcada por las acusaciones cruzadas entre los partidos constitucionalistas y el gobierno de Juan José Ibarretxe. Una vez superado el trámite parlamentario, será el Pleno del Parlamento vasco el que el próximo viernes apruebe la propuesta, para lo que PP, PSOE y Batasuna mantendrán un voto particular. Para populares y socialistas la pretensión de PNV, EA e IU supone revivir el Pacto de Estella, «aunque sin pedir la tregua», como afirmó el parlamentario socialista Jesús Eguiguren, que añadió que el ultimátum lanzado al Gobierno supone «la decisión más grave» en la vida del Parlamento vasco. Eguiguren apuntó que la intención de los nacionalistas de adoptar de forma unilateral las pretendidas competencias, caso de que el Gobierno central no complete el Estatuto en ese plazo, es «un mero pretexto» para plasmar «la ruptura unilateral del pacto estatutario». En cuanto a la cooperación entre el tripartito que sustenta al Gobierno vasco y Batasuna, el portavoz socialista agregó que «no es gratuita». «Nunca hubiéramos creído que el nacionalismo iba a ir de la mano con quienes durante años han atacado al Estatuto». Así las cosas, calificó la actuación del Gobierno vasco de «traición». Por último, Eguiguren solicitó la rebelión de la sociedad «en defensa del Estatuto» para que «el dictamen de PNV, EA e IU no siga adelante». En esta misma línea se expresó el representante del Partido Popular Fernando Maura, que insistió en que las pretensiones de los nacionalistas son «un atropello» del pacto estatutario y una muestra de la aproximación del bloque nacionalista con la formación abertzale.