Diario de León

OPINIÓN Carlos Carnicero

Inteligentes o patriotas

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Cerrar filas alrededor del Gobierno de la Nación para defender los intereses de España no significa perder el sentido autocrítico ni participar en una avalancha patriotera que conduzca a la escalada en la confrontación con Marruecos. Restablecer la dignidad de España no necesita, en modo alguno, alardes de militarismo o banderas al viento. En toda esta historia hay una actitud inadmisible de Marruecos pero también una escalada de despropósitos del Gobierno de José María Aznar. Todo comenzó con una negociación del acuerdo pesquero llevada a cabo por un austríaco y un danés, el comisario de agricultura y el secretario de pesca, en nombre de la Unión Europea, sin que hubiera un atisbo de sensibilidad mediterránea en esas conversaciones. La reacción de José María Aznar a la falta de acuerdo, con amenazas inadmisibles, se terminó de materializar en la Cumbre de Sevilla, con el intento de imponer sanciones a terceros países por su falta de control sobre la inmigración, que señalaban sin equívocos a Marruecos. La postura española sobre el Sáhara es el telón de fondo de esta crisis, pero no ha sido amortiguada por ninguna clase de inteligencia del Gobierno de España que está acostumbrado a ser servil con los poderosos y chulesco con los débiles. Ahora es el momento de la política, de recomponer una relación con Marruecos que es capital para España. El argumento de que somos la llave de su entrada en Europa, además de falso -Francia siempre están esperando sacar ventaja de nuestras crisis con Marruecos- es equívoco, porque la condición de que Marruecos salga perdiendo no es suficiente para que nosotros saquemos beneficios, sino todo lo contrario. En esta crisis es fundamental que tanto España como Marruecos salgan satisfechos. Aquí no caben las goleadas, ni siquiera las victorias. Este partido (en palabras del propio presidente del Gobierno) necesita un empate que dé alegría a los dos gobiernos, tradicionalmente amigos, a las dos monarquías, consideradas con Hassán II como hermanas, y a las dos opiniones públicas. Si hay inteligencia en el Gobierno de España, es el momento de aplicarla a una nueva etapa en las relaciones de dos países que estamos condenados a entendernos, a colaborar y a construir un nuevo Mediterráneo juntos.

tracking