Asalto a Perejil

Minutos después de las 15.00 horas de ayer, un joven marroquí de 27 años, Djamel Tabit, vestido solamente con un bañador, logró eludir la fuerte presencia militar española que rodea a Perejil y llegar en un bote hinchable hasta al islote desde la costa del reino alahuí, situada a apenas doscientos metros. Una vez allí, el marroquí plantó una bandera alauí junto a la orilla. De inmediato, fue detectado por tres legionarios, y, cuando iba a ser arrestado, se tomó un bote entero de pastillas y se lanzó al agua. Una lancha de la Guardia Civil, increpada por las decenas de marroquíes que presenciaron el incidente desde la costa, le rescató. Los agentes, que inmovilizaron y maniataron al intruso, le trasladaron de inmediato al hospital de Ceuta para someterle a un reconocimiento médico y a un lavado de estómago. Tabit procedía de la región de Marrakech y había recorrido medio millar de kilómetros con el único fin de colocar las dos banderas del reino de Marruecos, en un gesto aparente de orgullo patriótico. En la noche del pasado viernes, tres patrulleras de las Fuerzas Armadas Reales atravesaron las aguas jurisdiccionales españolas más próximas a Ceuta sin advertir su presencia a las autoridades españolas que, no obstante, mantuvieron una vigilancia permanente, pero al mismo tiempo discreta, sobre ellas a través de las embarcaciones de la Guardia Civil. Poco tiempo después, los intrusos abandonaron el lugar sin que se conociera muy bien el porqué de una conducta tan arriesgada burlando a los soldados españoles en el peñón. Posturas islámicas Un grupo de colectivos islámicos de Ceuta, en representación de la practica totalidad de las barriadas de la ciudad donde viven ceutíes de religión musulmana, respaldaron ayer la acción del Gobierno en el asunto del islote de Perejil y han mostrado su apoyo a todo el Ejecutivo de la Nación. El presidente de Pasaje Recreo, Abselam Hamadi, destacó en un comunicado oficial que «compartimos plenamente y sin fisuras la postura del Gobierno de la Nación en relación con la isla de Perejil». Precisó que Ceuta «es una ciudad en la que convivimos personas de diferentes culturas, religiones y orígenes étnicos, pero todas bajo una misma bandera que es la de España».