Estrasburgo condena a España por no hacer un juicio justo a Perote

Perote mostró ayer su satisfacción ante la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en relación al caso llamado «papeles del CESID» porque demuestra, indicó, que él no había sido lo que desde muchos ámbitos «han dicho que era». La decisión del Tribunal Europeo de acusar a España por no dar un juicio equitativo a Perote en el caso de los «papeles del CESID» y violar el artículo 6.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos fue dictada por unanimidad. En su opinión, la resolución demuestra que tuvo un juicio «injusto» y una condena «injusta» dictada por «jueces ineptos». No obstante, reconoció que aunque no puede tener una buen opinión de la justicia española, hay magistrados «magníficos», si bien otros practican la Justicia de forma «maquiavélica». Por su parte, su abogado, Jesús Santaella, dijo que como profesional se mostraba satisfecho con la decisión del TEDH, porque «se confirma lo que veníamos insistiendo ante los tribunales españoles» de que la condena fue «injusta». Sin embargo, «como español» Santaella siente una «cierta tristeza» porque se condena a un país por un «mal funcionamiento de sus instituciones». Lamentó Santaella que la eficacia del TEDH sea sólo declarativa y, por tanto, no pueda repetirse el juicio, si bien confió en que la resolución de la Corte de Estrasburgo tenga un «efecto indirecto» en el recurso de amparo que Perote presentó hace más de un año ante el Tribunal Constitucional, esta vez por el caso de las «escuchas del CESID». El letrado recordó que los motivos que se alegan en este recurso de amparo son los mismos que en el caso de los «papeles», por lo que apeló a la «sensibilidad» del Tribunal Constitucional y evitar, así, acudir de nuevo al TEDH. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos decidió admitir a trámite en mayo de 2001 parte de una demanda presentada por Perote, jefe de operaciones de CESID desde 1983 al 26 de noviembre de 1991, cuando fue destituido por el escándalo de las escuchas telefónicas ilegales al Rey y otras personalidades. Perote acusó a España de violar el artículo 6.1 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, en el que se señala que «toda persona tiene derecho a que su causa sea oída de manera equitativa» por un tribunal «independiente e «imparcial». En su demanda ante el TEDH, Perote alegaba que su causa no fue examinada por un tribunal independiente y parcial porque dos jueces (el presidente y el ponente) de la sala del Tribunal Militar Central que lo condenó integraban también el equipo de la Corte que rechazó su recurso contra la inculpación, que prorrogó su detención provisional y denegó más tarde su apelación de «súplica» contra esa decisión. El 9 de julio de 1997, Perote fue condenado a siete años de prisión por el Tribunal Militar Central por revelación de secretos o de información relativa a la seguridad nacional con apropiación de informaciones legalmente «clasificadas» con la circunstancia agravante de haberlas obtenido gracias a sus funciones. Los tribunales Supremo y Constitucional ratificaron, el 30 de marzo y 2 de julio de 1998, respectivamente, la citada condena. Entre los «papeles del CESID» que afectan a la seguridad del Estado, se encuentran varios relacionados con la «guerra sucia» contra ETA y desclarificados por el Supremo.