Zapatero exige a Euskadi un mayor compromiso con los amenazados
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó ayer en Burgos a los Gobiernos central y vasco «mayor voluntad, compromiso y solidaridad» con los ciudadanos de Euskadi «que tienen problemas para opinar libremente, que tienen problemas para salir a la calle, que tienen problemas para sentirse seguros y que son muchas veces amenazados, insultados y chantajeados». Esta solicitud la hizo extensiva al Gobierno Central, porque según dijo, ambos ejecutivos tienen la responsabilidad de garantizar todas las libertades y derechos a los ciudadanos de Euskadi. Rodríguez Zapatero aludió así a la situación del párrafo de la localidad vizcaína de Maruri, Jaime Larrinaga, que se ha convertido en el primer sacerdote que va protegido por un escolta. Según el líder socialista, «éste es un caso más, lamentable, de lo que se vive en Euskadi, de lo que vive una parte de la ciudadanía, el ataque, la amenaza, el terror, la inseguridad, la pérdida de derechos fundamentales, el jugarse día a día la vida y la libertad». Para Rodríguez Zapatero, ante esta situación «sólo cabe la reacción democrática, sólo cabe que el Gobierno de Euskadi sea firme, tenga toda la determinación para proteger a la gente que está amenazada, para defender a la gente que quiera opinar libremente», petición que extendió al Gobierno central porque «los dos Gobiernos tienen la responsabilidad de que las libertades y los derechos sean efectivos en nuestro país». El líder socialista también hizo referencia ayer en Burgos al conflicto de Perejil, reclamando al Gobierno que haga una «Política de Estado» en las relaciones de España con Marruecos, en la que se tiene que dar cabida a «todas las fuerzas políticas», pero también a los empresarios a causa de los intereses económicos que existen en el país vecino. Esta intensificación de las relaciones con Marruecos debe traducirse en una política «fluida» en materia de inmigración debido al importante contingente de ciudadanos del país magrebí que se encuentran actualmente en España. Zapatero agradeció el «cambio» que ha dado el Gobierno español en los últimos días en las relaciones que mantiene con Marruecos. Por su parte, el historiador y jesuita Fernando García de Cortázar criticó hoy que el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, no se haya pronunciado sobre la protección con escoltas del párroco de Maruri (Vizcaya), Jaime Larrinaga, y dijo que «parece que el pastor, más que proteger a las ovejas, cuida a los lobos». García de Cortázar, en declaraciones en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, consideró que Larrinaga «se merece el respaldo inmediato, el abrazo del obispo que debe hacer una reflexión sobre el ayuntamiento que trata de enemistar a los feligreses de este cura por no ser nacionalista». «Me ha producido verdadero dolor» que el obispo de Bilbao no haya hecho declaraciones sobre «el drama y la soledad de un cura de su diócesis» ya que «es cuestión de que hable de cómo un cura es maltratado por un municipio que invade claramente las competencias del sacerdote», apunto.