5.000 personas dijeron adiós a los féretros con un «Basta ya»

Más de 5.000 personas despidieron ayer con gritos de «Basta ya» y «Batasuna ilegal», además de vivas a la Guardia Civil, los féretros de las dos víctimas mortales del atentado con coche bomba cometido el domingo frente a la casa cuartel del instituto armado en Santa Pola. Estas manifestaciones se produjeron al término de la misa funeral oficiada por el obispo de Orihuela-Alicante, Victorio Oliver, en memoria de la niña 6 años Silvia M.S., hija de un guardia civil, y de Cecilio Gallego, de 57 años. El presidente del Gobierno, Jose María Aznar, presidió el funeral en la iglesia de la Asunción de Santa Pola, acto al que también asistieron el presidente de la Generalitat, Jose Luis Olivas, los ministros de Interior, Angel Acebes, Trabajo, Eduardo Zaplana, y Defensa, Federico Trillo, y el director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso. También estuvieron presentes los consejeros vascos de Sanidad, Gabriel Inclán, y de Justicia, Joseba Azkarraga, el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Trinidad Jiménez, la secretaria de Movimientos Sociales del PSOE, Leyre Pajín, y el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Francisco Camps. Los féretros fueron recibidos a su llegada a la iglesia de la Asunción con fuertes ovaciones de las 5.000 personas congregadas en las proximidades del templo. Unas 500 personas abarrotaron la iglesia durante la homilía del obispo, quien afirmó que los terroristas «truncan vidas sin ningún sentido». Victorio Oliver subrayó que el «dolor» domina el corazón de los habitantes de Santa Pola por «un asesinato terrorista pensado y pretendido, premeditado y preparado en el que hay dos cadáveres enteramente inocentes como son el de una niña pequeña de seis años y un turista».