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Los familiares del joven fallecido en Sevilla rechazan a los violentos

Publicado por
Pilar G. Cañas - SEVILLA.
León

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Los familiares de Marcos Ríos, el joven fallecido tras un tiroteo con la Guardia Civil después de robar un estanco en el barrio sevillano de Santa Teresa, se desmarcaron y rechazaron totalmente los actos violentos y vandálicos que un numeroso grupo de jóvenes lleva protagonizando en el barrio desde el pasado martes, día en el que se produjeron los hechos, aparentemente en señal de protesta por lo sucedido. Los más allegados aseguraron que los individuos que tienen atemorizado a todo el barrio no tienen ninguna relación con ellos que están en contra de este tipo de acciones. Los vecinos están atemorizados y se preguntan cuándo acabará esta oleada de altercados, sobre todo al ver de nuevo en la madrugada del viernes sus calles repletas de jóvenes en moto incendiando todos los contenedores de basura. En la medianoche del jueves, un numeroso grupo de jóvenes, según la policía casi todos con antecedentes, volcaron los contenedores y prendieron fuego a todos ellos. Los bomberos de Sevilla se desplazaron hasta la zona con tres dotaciones, pero de nuevo, como la noche en la que murió Marcos Ríos, la emprendieron con los bomberos a quienes lanzaron piedras y botellas de cristal impidiendo así su trabajo. Según explicó un portavoz del servicio de bomberos, cuando las dotaciones llegaron «vieron gente dispersa y en moto por muchas calles, moviéndose a gran velocidad y quemando todos los contenedores que veían, no podíamos hacer nada porque había barricadas». Más heridos El conductor de un vehículo contra incendios resultó herido de carácter leve cuando uno de los jóvenes se aproximó hasta el camión y arrojó un vidrio que rompió el cristal del coche y llegó a alcanzar al bombero. Luego, decidieron arremeter contra la misma sucursal bancaria que ya atacaron hace uno días y la seguridad privada de esta entidad reclamó la intervención policial. Ya con los agentes allí, los jóvenes se dispersaron y los bomberos pudieron actuar. Se ponía así fin a una auténtica batalla campal que se prolongó durante más de cuatro horas. El estanco que fue atracado amaneció con nuevas pintadas amenazantes contra su propietario y gran parte de los comercios, hasta los puestos del mercado, permanecieron cerrados. En el barrio, gran parte de los vecinos apoya a la familia del joven muerto aunque rechazan totalmente los actos vandálicos que se están produciendo aparentemente en señal de protesta por el fallecimiento del joven Marcos Ríos. Sin embargo tanto la familia, como el movimiento vecinal de Sevilla, tienen claro que son delincuentes que se están aprovechando de las circunstancias para destrozar el mobiliario urbano y reclamar así la presencia de la policía para agredir a todavía más agentes.

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