Los cuarteles del norte de África apenas acogen a mil soldados de los más de 4.000 de hace 25 años
La defensa de Ceuta y Melilla está condicionada por sus pocos efectivos
Ceuta y Melilla, bastiones militares de la Legión y los Regulares hace 25 años, acogen hoy acuartelamientos vacíos que, de tener cerca de 4.000 ho
La defensa de Ceuta y Melilla, los islotes y peñones del norte de África quedan encomendados a doce regimientos, en los que las unidades «están plagadas de cuadros de mando sin soldados a los que mandar, con la consiguiente merma en la capacidad operativa para el combate». Según la revista especializada en temas militares War Heat, en Melilla existe un regimiento acorazado con 26 carros de combate M-60 y 14 antiguos transportes oruga TOA; un regimiento de artillería de campaña con obsoletos obuses remolcados M-1; mientras que la defensa antiaérea está confiada a un grupo de artillería ligera dotado con misiles Mistral. En cuanto al personal, junto al regimiento de Ingenieros se encuentran el de Regulares 52 y el Tercio de la Legión Gran Capitán. En Ceuta están desplegados con similar potencial de medios un regimiento acorazado, otro de artillería, uno de ingenieros, un grupo antiaéreo, junto al Regimiento de Regulares 54 y el Tercio de la Legión Duque de Alba. Fuentes militares resaltan que el éxito en la defensa de Ceuta y Melilla pasa por detectar con suficiente antelación un ataque. De esa manera podría realizarse un despliegue de medios que en parte paliaría la carencia de personal de las unidades hasta la llegada de refuerzos desde la Península (cazas F-18, F-1, Harrier, el Grupo Alfa de la Armada y la Fuerza de Acción Rápida: la Legión, la Brigada Paracaidista y la Brigada Ligera Aerotransportada). En un escenario de hipotética amenaza es sustancial el apoyo de la inteligencia militar del Estado Mayor de la Defensa. Los movimientos de tropas hostiles en el norte de África deberían ser alertados por el satélite de observación Helios, cuyo centro de operaciones está en la Base de Torrejón en Madrid, del que España sólo tiene el 13% del tiempo de observación. Asimismo, el Ejército del Aire cuenta con el programa Santiago, para el que dispone de un sólo avión espía, el más caro de toda la flota de las Fuerzas Armadas. A este aparato se unirían los aviones de observación RF-4C Phantom que cubrirían amplias zonas, mientras que desde la costa actuarían los buques y submarinos de la Armada. Otro de los problemas para la defensa de Ceuta y Melilla viene del acuerdo de adhesión a la Otan. Ambas plazas y sus islotes quedaron fuera del Tratado. En caso de amenaza, España no podría pedir ayuda aliada en base al artículo 5, utilizado tras el 11-S por EEUU, según el cual los países aliados están obligados a ayudar en la defensa de uno de los miembros.