Pujol confirma la abstención de su partido pese al chantaje del PP y PSOE

Tras las críticas recibidas por parte de PP y PSOE ante la posibilidad, confirmada ayer, de que CiU se abstuviera, Pujol ha reprendido a los dos partidos mayoritarios y les ha asegurado que su formación ha impuesto su propio «criterio», ya que no acepta «ni exigencias, ni presiones ni hasta un cierto chantaje» para actuar con la «incondicionalidad que tratan de imponer» populares y socialistas. Arropado por el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, y el secretario general adjunto, Pere Macías, Pujol ha denunciado que, mientras CiU actúa con «sentido de estado y supeditación al interés general», PP y PSOE utilizan el terrorismo «como arma política y electoral». «Sentimos tener que decir que somos el único partido que nunca, desde el año 1977, ha usado política o electoralmente el terrorismo. Esto no lo pueden decir ni PP ni PSOE», ha señalado el líder de CiU, quien ha enfatizado que el «pedigrí» de PP, PSOE y PSC, tanto en la lucha contra el terrorismo como en su sentido de Estado, «no es tan bueno como el nuestro». El presidente catalán puso como ejemplo el apoyo prestado por CiU al ex ministro de Interior Rodolfo Martín Villa, cuando gobernaba la UCD y era criticado por el PSOE, así como a los ministros socialistas José Barrionuevo y José Luis Corcuera, cuando el PP actuó con «electoralismo» y con «demagogia extrema» en el «caso GAL». «Nosotros nos debemos a los principios de la democracia y a que haya paz en Euskadi», ha subrayado Pujol, quien ha asegurado que CiU no actuará en contra de la decisión que tome el Gobierno para ilegalizar a Batasuna, pese a que la federación encuentra «puntos de importante disconformidad» en la actual política antiterrorista. En este sentido, ha apostado por abrir vías de «diálogo» y «encuentro» y no de «ruptura» con las instituciones vascas y con el nacionalismo democrático vasco, pese a que ha lamentado que por el momento «no se hace ningún esfuerzo» en tal sentido. El presidente catalán también ha destacado que CiU ha adoptado su posición sin hacer «ningún caso» a las amenazas de ETA, ni a los «vínculos» de su formación con el nacionalismo democrático vasco, ya que cree que esta cuestión «desborda» el ámbito de interés estrictamente vasco. Asimismo, ha señalado que en la reunión de ayer, a la que faltaba el próximo candidato de CiU a la Generalitat, Artur Mas, la federación ha optado por abstenerse porque estima que, una vez aprobada la Ley de Partidos, a la que CiU dio su apoyo, «ahora es el tiempo de la acción jurídica y no política». «Cuando se aprueba una ley difícil, el Gobierno la aplica o no, pero no intenta cada vez que la tiene que aplicar que el Parlamento la ratifique», ha subrayado Pujol, quien ha admitido que en el debate interno en el seno de la dirección de CiU ha habido «matices sin trascendencia» política, ya que «nadie se ha opuesto a que se adoptara esta posición, que ya estaba mascada y que es la buena».