Acusa a los empresarios españoles de buscar sólo a los trabajadores más dóciles y más baratos
CC.OO. rechaza que los inmigrantes firmen contratos en el país de origen
Comisiones Obreras no participará en la contratación de trabajadores extranjeros si hay españoles o inmigrantes, con residencia en España, dispuestos a
De este modo, la formación sindical da marcha atrás en un proyecto que se fue fraguando en Huelva para hacer frente a la campaña agrícola y garantizar por un lado mano de obra y por otro que los temporeros recibieran un buen trato por parte del empresariado agrícola. La primera puesta en escena, durante la pasada campaña, generó una serie de problemas con la llegada de 7.000 rumanas y polacas, ya que los inmigrantes magrebíes y subsaharianos no consiguieron los contratos de los que habían gozado en años anteriores. Por ello, se quedaron vagando por los campos de Huelva, viviendo bajo plásticos y muchos de ellos acabaron encerrados en la Universidad Pablo de Olavide de la capital hispalense. Trabajadores baratos Sin embargo, ahora la central sindical considera que la contratación en origen deja sin empleo a la mano de obra que ya vive en España. Delgado acusó a los empresarios «de querer regularizar un mercado laboral y, para ser competitivos con otros países europeos, buscar mano de obra barata y dócil y eso los españoles en este momento no están dispuestos, los extranjeros si están dispuestos por circunstancias». El dirigente sindical acusó a los empresarios de preferir trabajadores rumanos, polacos, ecuatorianos o venezolanos. «Cuando las ofertas de empleo llegan a nosotros y les planteamos que podemos cubrirlas con trabajadores españoles, cogen y retiran las ofertas», denunció Delgado, para quien los empresarios, con esa actitud, «demuestran que quieren precarizar un mercado laboral, abaratando aún más si es posible el mercado y además intentan cargar las tintas contra los trabajadores españoles diciendo que realmente no quieren trabajar». El hecho de que 10.000 trabajadores andaluces vayan como temporeros a la vendimia francesa (6.500) y a otras campañas agrícolas de Lleida, Navarra o La Rioja demuestra para este sindicato que hay necesidad de trabajar, pero en unas condiciones como las que se dan en el país galo, donde los vendimiadores cobran entre 6,83 y 7,45 euros a la hora, mientras que en España, según el sindicato, el jornal no llega ni siquiera a la mísera cantidad de 5 euros. Por lo que según el sindicato estos trabajadores que partirán próximamente podrán ganar sobre la cantidad de incluso 12 millones de euros.