Detenido el conductor del camión en el que murieron cuatro marroquíes

El Instituto Anatómico Forense de San Sebastián practicó ayer martes las autopsias para determinar las causas de la muertes, cuyas primeras hipótesis apuntaban a la asfixia y deshidratación debido a las altas temperaturas que soportaron en la caja de carga. Según las mismas fuentes, los cuatro inmigrantes presuntamente accedieron a la caja de carga del camión durante la noche del viernes o la madrugada del sábado, en Casablanca (Marruecos). En el remolque isotermo eran transportadas cajas con ropa que tenía como destino París. Rumbo a la muerte El camión, un Scania matrícula de Marruecos, partió a las 9.30 horas del sábado en dirección a Ceuta. Tras cruzar el Estrecho, el camión desembarcó en Algeciras, donde puso rumbo por la N-340 hacia Cádiz, ciudad a la que llegó el domingo a las 12.15 horas. Desde allí continuó viaje por la N-IV en dirección a Madrid, donde tomó la N-I. El lunes a las 18.15 horas, el camionero paró en área de servicio de la N-I, en Villabona, donde, como declaró a la policía, escuchó ruidos en la cabina de carga. Tras descargar la mercancía, los agentes de la Ertzaintza encontraron los cuerpos inertes de los inmigrantes. La aparición de estos cadáveres recuerda la tragedia de Dover (Reino Unido), cuando aparecieron en el interior de un camión isotermo los cuerpos sin vida de 58 inmigrantes chinos. El hallazgo tuvo lugar el 19 de junio del 2002, cuando un funcionario de aduanas británico abrió la puerta de un camión holandés para buscar contrabando de alcohol, tabaco o drogas y encontró los 58 cadáveres. Sólo dos inmigrantes sobrevivieron al calor dentro de la caja de carga, cuya temperatura se calcula que alcanzó hasta los 50 grados. Una cuarta identidad La cuarta persona localizada muerta el lunes en el interior de un camión en Villabona (Guipúzcoa) proveniente de Casablanca (Marruecos) es también un joven marroquí, tiene 28 años de edad, y su identidad responde a las iniciales de F.I., según confirmó la Ertzaintza. Por otro lado, el secretario general de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes de España (ATIME), Hanasi Hamza, exigió ayer la puesta en marcha del Acuerdo sobre Mano de obra entre España y Marruecos, ratificado el pasado verano por el entonces ministro del Interior español, Mariano Rajoy, y el ministro de Trabajo marroquí, Abbas El Fassi, y que no se ha puesto en marcha. «La puesta en marcha de este convenio permitiría a los marroquíes emigrar de una forma digna y legal y evitar las muertes que se producen cuando tratan de llegar a España de forma clandestina a través de pateras y camiones», añadió en referencia a los cuatro cadáveres de ciudadanos marroquíes encontrados el lunes en un camión en Villabona (Guipúzcoa). Hamza responsabilizó a los gobiernos marroquí y español de que este acuerdo no se haya puesto en marcha y criticó que sí se esté aplicando el acuerdo bilateral de readmisión de nacionales y se mantenga inactivo el convenio de regulación de los continuos flujos laborales. Finalmente, el secretario general de ATIME aseguró que las cifras de marroquíes que mueren cuando intentan llegar a España de forma clandestina producen «escalofríos».