Asegura que poner a la Ertzaintza a las órdenes de Garzón conducirá a un «escenario que no deseamos» EL CAMINO HACIA LA ILEGALIZACIÓN
Otegi advierte a Ibarretxe que no se le ocurra colaborar en su ilegalización
Batasuna esta vez va en serio. Por eso, su portavoz Arnaldo Otegi no tuvo ayer reparos en lanzar una dura amen
El intento de ultimátum de Batasuna al Ejecutivo vasco no es baladí. Una vez el juez Garzón acuerde de manera oficial la suspensión de todas las actividades de Batasuna por su «aparente integración» en ETA, su orden será remitida, entre otros organismos, la Gobierno de Vitoria, al que muy posiblemente otorgará un papel determinante en el proceso para maniatar la capacidad de actuación de la coalición abertzale: la Ertzaintza deberá asumir la incautación de muchas de sus sedes y vigilar la no celebración de actos públicos, mientras que otros organismos autonómicos tendrán que, por ejemplo, retener las subvenciones públicas a las que la formación abertzale tiene todo el derecho. Ante la inminencia de tal panorama, Otegi compareció ayer en rueda de prensa dotada de una cuidada escenografía, y rodeado de históricos dirigentes de la coalición, como Jon Idígoras, Tasio Erkizia, Txomin Ziluaga y Periko Solabarria. Arropado por ellos, el portavoz de Batasuna reiteró anteriores llamamientos al nacionalismo vasco a realizar un «plante» al Estado español y poner en marcha «la construcción de un marco político alternativo propio». Un nuevo cariz Pero Otegi endureció ayer su discurso. Calificó de «emergencia nacional» la situación política que se vive en el País Vasco tras la puesta en marcha de los mecanismos políticos y judiciales tendentes a ilegalizar Batasuna como parte de la banda terrorista ETA. Una estrategia al frente de la cual situó al Gobierno español, al PP, al PSOE y al juez Garzón, al que consideró «marioneta» del gabinete Aznar y que, según el portavoz abertzale, persigue «no sólo el aniquilamiento» de Batasuna sino «el genocidio de todo el pueblo vasco y de sus señas de identidad». «Lo pedimos con absoluta humildad pero con absoluta rotundidad: que a nadie se le pase por la cabeza utilizar los mecanismos de los que disponen, porque el Estado se los ha concedido, para colaborar con la estrategia de aniquilamiento de la izquierda abertzale, para golpear a Batasuna, para cerrar sus sedes y, en definitiva, para colaborar con una estrategia genocida del Estado español, porque eso nos lleva a un escenario que nosotros no deseamos y que ningún abertzale de este país desea», amenazó Otegi. El portavoz de Batasuna aseguró que «nadie votó al PNV el 13 de mayo para eso» e insistió con firmeza en que, en caso de que fuera la Ertzaintza el cuerpo escogido para actuar como policía judicial contra su coalición, ello «nos llevará a un escenario que nosotros no deseamos». Ibarretxe, con la legalidad El lendakari, Juan José Ibarretxe, respondió a Batasuna que el Gobierno Vasco cumplirá la legalidad, en lo referente a las medidas para la ilegalización de la formación abertzale y aseguró que «las instituciones vascas cumpliremos la legalidad como es debido».