Los felipistas facilitan a Zapatero la renovación del grupo parlamentario

tras la renovación en los cargos de la dirección seguirán los cambios en las listas electorales. Un reemplazo que, salvo en los casos de quienes abandonan la política para no verse relegados, no se plasmará en el Grupo Parlamentario hasta la celebración de las próximas elecciones generales en 2004. Será entonces cuando aparecerán caras nuevas en los primeros puestos de salida de las listas electorales del PSOE. La voluntad manifiesta de algunos felipistas de no entorpecer la renovación del partido, sobre todo una vez que Rodríguez Zapatero se ha consolidado como líder socialista y alternativa al PP, y su intención de no aparecer como personas que «viven de la política», ha empujado a destacados ex ministros del PSOE a renunciar a su escaño y volver a sus actividades profesionales. Unas decisiones que se vieron influenciadas por el anuncio del ex presidente del Gobierno Felipe González, quien no descarta abandonar el Congreso de los Diputados en la próxima legislatura. Ejemplo a seguir El primero en cerrar esta etapa fue el ex ministro Juan Manuel Eguiagaray, que renunció a su escaño el pasado mayo e indicó el camino a seguir por sus compañeros de la vieja guardia para «hacer posible la entrada de personal de refresco» a través de una carta de despedida. La ex ministra de Sanidad y la que fuera número dos de las listas del PSOE en 2000, Ángeles Amador, comunicó a finales de julio a la dirección del partido su intención de renunciar y retirarse de la política activa para volver a su despacho de abogados. Una decisión que sopesó durante meses y que hizo efectiva en agosto para restarle trascendencia y publicidad. Este lunes, cuando se celebre un pleno extraordinario en el que el Congreso pida la ilegalización de Batasuna, será sustituida por Yolanda Gil López, la siguiente candidata en las listas socialistas, que tomará posesión de su escaño. La renuncia es la fórmula de despedida elegida por algunos miembros de la vieja guardia que se quedaron sin un papel concreto en el partido cuando Zapatero se hizo con la Secretaría General y que prefieren una retirada a tiempo antes de verse relegados en las próximas listas electorales a los últimos puestos de salida. Comienza así la renovación del Grupo Parlamentario, que respetará a los antiguos dirigentes que más se hayan implicado con el nuevo proyecto socialista, pero que remodelará a diputados y senadores.