El PSOE recuerda su victoria en 1982 para iniciar la campaña

El líder socialista aprovechará este acto para defender y honrar la labor de los gobiernos de Felipe González y pedir a los suyos que dediquen todos sus esfuerzos a lograr en el 2004 un nuevo cambio político, similar al que sus antecesores consiguieron el 28 de octubre de 1982. Para ello, según la estrategia diseñada por la dirección del partido, el PSOE debe superar al PP en las elecciones locales del próximo mayo y dar la vuelta, por tanto, a la diferencia de 37.000 votos que los populares obtuvieron como ventaja en los anteriores comicios municipales y autonómicos. La Secretaría de Política Municipal, que dirige Álvaro Cuesta, ha enviado ya a las federaciones del PSOE un avance de la guía de campaña que deberán seguir los candidatos y un esbozo de las principales propuestas que contendrá el programa electoral. De acuerdo con este informe, los socialistas dedicarán los primeros meses de la precampaña a resaltar los fallos de la gestión municipal y autonómica del PP, que tildan de «ineficaz e incapaz», y a la crítica de los métodos «autoritarios» de elección de candidatos en el partido gubernamental. Optimismo Más adelante, los candidatos socialistas se centrarán en la defensa de su programa, que tendrá como principales apartados la seguridad ciudadana, los transportes, la vivienda, la educación, la atención a los mayores, el medio ambiente y la integración de los inmigrantes. Los dirigentes del PSOE afrontan con optimismo la campaña electoral, convencidos, como señala un informe interno, que «las perspectivas de crecimiento son buenas». Esta alegría se basa en los resultados de encuestas encargadas por la ejecutiva del partido, que indican, según sus responsables, un incremento de apoyos generalizado en los núcleos urbanos, la recuperación de buena parte del electorado que optó por la abstención en las últimas elecciones generales y que el PSOE es la opción favorita entre los jóvenes de 18 a 25 años. «El ciclo político empieza a cambiar», aseguran los dirigentes socialistas que, por primera vez en muchos años, se fueron satisfechos de vacaciones, convencidos de que su líder se ha consolidado como alternativa, y que buena parte de los candidatos a alcaldes y presidentes autonómicos está en condiciones de hacerse con el poder. Las esperanzas de la dirección socialistas están puestas, sobre todo, en las elecciones municipales, ya que ven más difícil arrancar al PP nuevas comunidades. Sí creen factible mantener la mayoría absoluta en Extremadura, en Castilla la Mancha -donde, aseguran, la candidatura de Adolfo Suárez Illana no ha hecho sombra a José Bono- y en Asturias. Confían también en crecer en Aragón y apuntan como posibilidad «factible» ganar en la Comunidad de Madrid. «En las grandes ciudades influye más el clima político general, que es bueno para nosotros», afirma un dirigente del equipo de Zapatero que cree que, si se mantiene lo que indican los sondeos, el PSOE puede recuperar el gobierno de las capitales andaluzas que perdió en 1993, conseguir el de algunas ciudades de Extremadura y Aragón, y ponerle las cosas difíciles al PP en Castilla y León.