Todas las comunidades, salvo la Valenciana y Baleares, ven descender sus plantillas del CNP
Cuarenta y tres provincias pierden policías desde hace cinco años
El Ministerio del Interior sabía que el envejecimiento de la plantilla del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) había supuesto una verdadera sangría en el cu
El último informe elaborado por la Dirección General de la Policía sobre la evolución real de la plantilla desde 1996 hasta diciembre del pasado año ha puesto de manifiesto lo erróneo de la tesis de algunos mandos policiales, que apuntaban que la caída de efectivos no iba a tener demasiada repercusión en el conjunto del país, ya que el traspaso de transferencias de seguridad pública en Cataluña y el País Vasco iba a aliviar la situación nacional. En estas dos comunidades, el lógico descenso de efectivos ha sido muy importante, pero hay zonas de España en las que la caída de plantilla del CNP ha sido también muy fuerte. Aunque en Cataluña se han reducido los efectivos en los últimos cinco años en cerca de un 18,3% y en Euskadi un 15,6%, en comunidades como Murcia (19,2 por ciento), Castilla y León (15,2), Aragón y Asturias (14,8) o Navarra (un 12,3%) la sangría de las jubilaciones se ha dejado sentir de manera particular. Según las estadísticas utilizadas por Interior para localizar las zonas donde serán más necesarios los 12.825 policías nacionales que ha prometido incorporar antes del 2004, la situación no es mejor en el resto de España: quince autonomías han perdido efectivos desde 1996. Sólo la Comunidad Valenciana y Baleares tienen más policías en sus jefaturas, si bien el aumento es casi imperceptible: catorce funcionarios más en Valencia (un 0,3%) y un único policía de refuerzo en las Islas Baleares. Provincias bajo mínimos La carencia de policías en las comunidades autónomas se repite en el nivel provincial. Nueve jefaturas han visto desaparecer en un lustro la quinta parte de sus agentes. En el caso de las tres provincias catalanas, el descenso se explica por el traspaso de competencias, pero ni los expertos de la Dirección General de la Policía aciertan a apuntar las razones de unas caídas superiores al 20% de efectivos en provincias como Huelva, Granada, Jaén, Ávila, Ciudad Real o Zamora. De las 52 provincias, sólo nueve se mantienen en mejores niveles que hace cinco años: Alicante, Castellón, Almería, Guipúzcoa, Palencia, Segovia, Orense, Baleares y Melilla. La falta de plantilla -destacan los analistas de Interior- se ha hecho crónica en algunas de las metrópolis españolas, en varias de las ciudades en las que se ha experimentado un mayor crecimiento de habitantes y en poblaciones en las que se viene registrando un aumento de los delitos. Este es el caso de grandes núcleos como Madrid (donde el descenso de policías alcanza el 11,1%, 867 agentes menos en cinco años), Sevilla (280 funcionarios menos y una caída del 12,1%), Málaga (104 policías y un decremento del 5,3%), Zaragoza (171 efectivos y un descenso en plantilla del 15,4%) ó Coruña (que ha perdido 56 funcionarios, una caída del 4,4% del total). El mapa del actual despliegue policial español también pone de relieve las fuertes carencias de personal en algunas de las áreas que en los últimos años han sufrido una mayor presión de inmigración clandestina. En Canarias, por ejemplo, el descenso ha sido notable en las dos provincias.