Como en el cine

Escribo cuando se tienen aún noticias confusas acerca del nuevo atentado perpetrado en Guipúzcoa, esta vez contra cuatro guardias civiles que, en cumplimiento de su deber, se aprestaban a retirar una pancarta pro Batasuna, que resultó estar conectada a una bomba. Los cuatro guardias están heridos, no se sabe (en el momento de redactarse estas líneas) con qué gravedad. Este atentado tenía que ser complemento del que preparaban los dos terroristas que reventaron en Bilbao la noche anterior al estallar la dinamita que transportaban, y que llevó la muerte justo al lugar opuesto que pretendían. Era de temer una reacción de este corte ante el acoso legal contra eso que ha venido en llamarse el complejo de la banda terrorista ETA. Probablemente habrá otros episodios parecidos a no tardar mucho. Todo esto es, ciertamente, muy doloroso, pero no puede ocultar la realidad: en esta guerra larga y difícil contra el monstruo del terror, ETA está hoy peor que ayer, y mañana estará peor que hoy.