Los etarras muertos al manipular un explosivo iban a atentar ayer mismo

El consejero vasco de Interior, Javier Balza, confirmó en rueda de prensa que, en el momento de morir, los dos terroristas preparaban un atentado «inminente», y alertó contra el comando Vizcaya, dotados de otros miembros en disposición de actuar en cualquier momento. La fuerte explosión se produjo en torno a las 23.40 horas del pasado lunes, cuando el vehículo que conducían Galárraga y su acompañante se dirigía, desde la confluencia de las calles Lezeaga y Mazustegui, hacia la salida de Bilbao por la autovía A-8, en dirección a Cantabria. Según Balza, la impericia de los dos etarras y el mal estado del explosivo que transportaban, dinamita industrial robada en Francia, provocó su estallido. El consejero vasco reconoció que el estado en el que quedaron los cuerpos, destrozados tras la deflagración, hará casi imposible la identificación de uno de los jóvenes muertos. De hecho, el levantamiento de los cadáveres no fue ordenado por el juez de guardia hasta pasadas las 7.00 horas de ayer, momento en el que fueron trasladados a dependencias de la Audiencia Provincial de Vizcaya, donde les fue practicada la autopsia. Terrorista a sueldo Respecto a Galárraga Irastorza, su identidad pudo ser fijada gracias a la foto incluida en el falso carné de policía que llevaba encima. Según los datos policiales, estaba a sueldo de la organización terrorista desde hace dos años, cuando huyó tras la desarticulación del comando Buruntza, uno de los grupos más activos y peligrosos de los integrados en el complejo Donosti. Según los mismos datos policiales, Galárraga Irastorza tenía la misión de robar para el comando Buruntza turismos con los que preparar coches bomba. El desarticulado grupo, entre otros crímenes, asesinó al ex gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jaúregui; al empresario José María Korta; al cocinero Ramón Díez García; a dos trabajadores de la empresa Electra de San Sebastián, víctimas del coche bomba dirigido contra el concejal socialista Iñaki Dubreuil; al ertzaina Iñaki Totorika; al director financiero de El Diario Vasco, Oleaga, y al subcomisario de la Ertzaintza Mikel Uribe. Efectivos de la Ertzaintza trabajaron en el lugar donde se produjo la explosión hasta primera hora de la tarde: más de doce horas para retirar los restos.