Plantón y dignidad

Y Benaisa nos dio el plantón... Nada nuevo, ni especialmente sorprendente teniendo en cuenta la estrategia del Gobierno marroquí desde hace tiempo. Tenemos un vecino experto en el arte del engaño y lo utiliza con maestría, saltándose cualquier norma diplomática e inventándose hechos inexistentes. La suspensión unilateral del encuentro de Madrid entre los jefes de la diplomacia de ambos países se ha hecho con premeditación y alevosía, por mucho que la ministra Ana Palacio, muy en su papel, le quiera quitar hierro al asunto calificándolo de «sucedido». Los hechos hablan por sí solos. Primero Benaisa alegó que un helicóptero español había aterrizado en el islote perejil. Hecho que resultó ser falso. Después, que un avión militar había violado su espacio aéreo cuando en realidad se trataba de una avioneta alquilada por Tele 5 para tomar imágenes del islote. Da la sensación de que Rabat en vísperas de unas elecciones ha agitado el fantasma del enemigo exterior buscando, sin duda, otro golpe de efecto. La ministra española ha dicho que dos no discuten si uno no quiere y eso es cierto, pero también lo es que la paciencia tiene un limite. Nada puede hacerse si continuamente se habla de restablecer la lealtad y la confianza mutua y una de la partes se empeña en generar desconfianza y deslealtad. Bien está que se hagan cuantos movimientos diplomáticos sean necesarios para recuperar las relaciones bilaterales, pero nuestros vecinos del Sur han de tener claro que nuestra paciencia no es ilimitada. Hay también gestos de fortaleza que debemos y podemos hacer como cortar el grifo de las ayudas económicas o presionar internacionalmente con el asunto de la inmigración ilegal que Marruecos consiente y alienta, entre otras muchas cuestiones. Ofrecer la otra mejilla puede ser reconfortante desde un punto de vista evangélico pero nada más. Poner continuamente la cara para que te la rompan, no sólo te hace perder la autoestima, sino, lo que es peor, la dignidad. España no se merece esto. Por otro lado, la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, considera que sería «conveniente» que el Consejo de las Naciones Unidas aprobase una nueva resolución sobre Irak que sirviera para «atar los cabos sueltos que existen» ante las intenciones de EE.UU emprender una acción militar contra el régimen de Sadam Husein. Palacio aseguró que desde el 12 agosto el Gobierno español ha mantenido la misma postura al decir «que Irak es un peligro real» y que la sede para resolver esto es la ONU.