España pide a Rabat que exprese sus protestas por vía diplomática

Palacio aseguró haberse enterado por los periódicos de las nuevas quejas de su homólogo marroquí porque éste no se las transmitió «ni formal ni informalmente». «Espero que si el ministro Benaissa tiene algo que decir al Gobierno de España lo haga por los canales adecuados» de la diplomacia, zanjó la ministra Ana Palacio. El responsable de Exteriores marroquí alegó que desde julio -mes en el que se desencadenó el conflicto del islote Perejil- España ha violado un total de 61 veces el espacio aéreo marroquí y otras 26 veces sus propias aguas territoriales. Además intentó lavar la cara a su actuación en este nuevo enfrentamiento y volvió a acusar al Ejecutivo del presidente José María Aznar de «violar el espacio aéreo nacional para aterrizar sobre el islote marroquí de Tourah (Perejil) bajo el pretexto de que un barco marroquí se encontraba en sus proximidades, en aguas territoriales que eran ante todo y verdaderamente marroquíes». Feudalismo A lo que no se refirió Benaissa en sus protestas es a su error al confundir una avioneta de un medio de comunicación con una del Ejército, suceso que utilizó el pasado lunes para acusar otra vez a España de violar su espacio aéreo. Ante esta insistencia de Rabat, Federico Trillo, ministro de Defensa, puntualizó que Perejil no pertenece al reino alauí y reiteró que ningún helicóptero español se posó sobre el islote de Perejil. Trillo lamentó que el Gobierno del país vecino esté en una «confusión permanente» y se refiera a su supuesta propiedad sobre el islote «en términos feudales». Frente a la actitud cada vez más hostil de Rabat, el responsable de Defensa descartó que el Gobierno vaya a «seguirle el juego» porque ambos países están, obligatoriamente, «llamados a entenderse». Francia, que en más de una ocasión ha distorsionado las relaciones entre España y Marruecos y que fue el único miembro de la Unión Europea que impidió el apoyo expreso de los Quince a Madrid durante la crisis del islote tan conocido como Perejil, se ofreció esta vez a mediar para intentar resolver estos tan fatídicos y habituales desencuentros. Dominique de Villepin, ministro de Asuntos Exteriores francés que el pasado martes se reunió en París con la ministra Ana Palacio, señaló estar «disponible» y deseoso de «hacer todo lo posible para facilitar» estas relaciones diplomáticas.