Rodríguez Zapatero no encuentra rival en el seno socialista para ser candidato a La Moncloa

Ningún militante del PSOE se ha atrevido a competir con José Luis Rodríguez Zapatero para ser el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno. El secretario general del Partido Socialista ha superado «con creces» el número de avales que necesitaba con el amplio respaldo del Comité Federal, de la militancia y con el apoyo unánime de la Ejecutiva. Rodríguez Zapatero no tendrá que pasar por el mal trago que padeció Joaquín Almunia frente a José Borrell. Las elecciones primarias serán esta vez innecesarias porque el secretario general es el único militante que aspira a representar al PSOE en las próximas elecciones generales. A las tres de la tarde de ayer terminó el plazo para la presentación de firmas de apoyo y comenzó su recuento, que concluirá mañana. Será entonces cuando el secretario general será proclamado único aspirante socialista a La Moncloa, aunque su designación definitiva como candidato la hará el Comité Federal el 27 de octubre, día en el que el partido celebrará un mitin fiesta en Madrid que coincidirá con el XX aniversario de la histórica victoria electoral de Felipe González en 1982. Fuentes de la dirección socialista explicaron que, aunque aún falta el recuento de avales, todo apunta a que Rodríguez Zapatero ha conseguido un respaldo «sin precedentes» con el apoyo de los tres cauces que podía utilizar -Ejecutiva, Comité Federal y militancia- y con el de otros sectores como las Juventudes Socialistas. Recuperación política Una candidatura que simboliza la unidad recuperada de la formación, tal y como confirmó el ex vicepresidente del Gobierno y uno de los máximos representantes de la anterior etapa del PSOE, Alfonso Guerra. El diputado socialista reconoció la «mejora muy notable» lograda bajo la dirección de Rodríguez Zapatero frente al «gran descontrol y falta de autoridad moral» del partido en sus años anteriores. El secretario general del PSOE tiene como principal objetivo ganar al PP los próximos comicios municipales y autonómicos -en 1999 los populares superaron en 40.000 votos a los socialistas-, pero rechaza que para ello tenga que estar en precampaña ocho meses antes. De momento, el jefe de la oposición quiere centrar su actividad pública en los cara a cara que mantiene los miércoles con el presidente del Gobierno durante la sesión de control parlamentaria y destacar en su discurso los problemas sociales.