La Cumbre Hispano-Portuguesa impulsa la cooperación interregional y los enlaces ferroviarios
El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el primer ministro portugués, José Manuel Durao Barroso, acudirán hoy a Valencia para participar en una cumbre bilateral que dará vía libre a la cooperación directa entre regiones fronterizas y estudiará el trazado de los enlaces ferroviarios. Aznar y Durao Barroso inaugurarán mañana por la tarde las sesiones de trabajo de la XVIII Cumbre Hispano-Portuguesa con una entrevista que comenzará al mismo tiempo que las correspondientes reuniones bilaterales en las áreas de Asuntos Exteriores, Economía, Defensa, Fomento, Justicia, Interior, Trabajo y Asuntos Sociales, Medio Ambiente y Ciencia y Tecnología. España estará representada en estas reuniones por los titulares de cada ministerio excepto en el caso de Ciencia y Tecnología, área en la que el interlocutor por parte española será el secretario de Estado de Investigación Científica y Tecnológica, Pedro Morenés. Fuentes diplomáticas subrayaron que esta será la primera cumbre hispano-portuguesa en la que ambas naciones cuentan con Gobiernos del mismo signo político de centro y destacaron asimismo que, también por vez primera, participarán en una cita de este tipo los ministros de Defensa de los dos países. En este terreno, Federico Trillo y su colega portugués, Paulo Portas, avanzarán en los preparativos de la cumbre de la OTAN convocada en Praga para el próximo noviembre y examinarán las perspectivas que abre la reforma de la estructura de mandos de la Alianza Atlántica. La cita de Valencia ha sido el contexto elegido por ambos Gobiernos para firmar su tratado bilateral de Cooperación Transfronteriza, concebido para establecer un marco jurídico que permita a las entidades territoriales de los dos países desarrollar proyectos comunes. En virtud de este acuerdo, que será suscrito por los dos ministros de Exteriores mañana por la mañana, las Comunidades Autónomas de Galicia, Castilla y León, Extremadura y Andalucía, así como las provincias fronterizas con Portugal y sus municipios, podrán celebrar convenios de cooperación con entidades territoriales portuguesas en los términos previstos por el Tratado. En el área de Fomento, los dos Gobiernos analizarán una propuesta para los trazados del tren de alta velocidad que unirá Lisboa con Madrid y Oporto con Vigo, según adelantó la pasada semana el ministro portugués de la Presidencia, Nuno Morais, quien sugirió que la decisión definitiva sería sometida a la aprobación de Aznar y Durao en Valencia. En el ámbito económico, la cumbre permitirá explorar las perspectivas de la creación de un mercado ibérico de la electricidad a partir del 1 de enero de 2003, un proyecto que se inició con la firma de un protocolo en noviembre del año pasado y que España promovió como condición necesaria para autorizar a la compañía portuguesa EDP a ejercer sus derechos políticos en Hidrocantábrico. Entre otras cuestiones relacionadas con la Unión Europea, ambos Gobiernos reafirmarán asimismo en Valencia la importancia que otorgan a los objetivos de rigor presupuestario marcados por el Pacto de Estabilidad, punto en el que España valora el «valiente» programa de contención del gasto puesto en marcha por el Ejecutivo de Durao Barroso para recortar el preocupante déficit público portugués.