Ana Palacio pone a Argelia como modelo de control de la inmigración

«La colaboración del Gobierno argelino en inmigración es muy satisfactoria y ya me gustaría a mí poder decir que tenemos el mismo nivel de cooperación, entendimiento y buena política constructiva con otros países para atajar este drama humano». De esta forma, la jefa de la diplomacia española elogió la lucha eficaz de Argelia contra la inmigración ilegal subsahariana y, al mismo tiempo, hizo un reproche velado al Ejecutivo de Marruecos por su diferente actitud en este aspecto. Antes, durante su comparecencia en rueda de prensa con su homólogo argelino, Abdelaziz Beljadem, Palacio había sufrido una embarazosa equivocación al alabar la «excelente cooperación» del Gobierno de Marruecos en los problemas de la inmigración, cuando en realidad quería referirse a Argelia. «España tiene la satisfacción de contar con una colonia marroquí que no es muy numerosa pero que es muy integrada y que produce... perdón. Ha sido un lapsus. ¿En qué estaría yo pensando», corrigió. Por su parte, Beljadem defendió que su Gobierno «hace sus deberes» al controlar la inmigración ilegal como país de tránsito, pero también como país de acogida. Según explicó, numerosos inmigrantes se quedan en Argelia, país que les acoge según sus posibilidades y que intenta preservar sus «derechos» de ciudadanos. Además, puntualizó que su Ejecutivo coopera con los países europeos, especialmente con España, para que se garanticen esos derechos. Sahara Los dos ministros también se refirieron al futuro del Sáhara occidental. Palacio consideró que la comunidad internacional tiene que ser «consecuente» con las decisiones de la ONU y Beljadem también abogó por seguir «fieles» a sus resoluciones, que amparan el derecho de autodeterminación de lo saharauis. El ministro de Exteriores argelino acompaña a su presidente, Abdelaziz Bouteflika, durante su visita de Estado a España. Bouteflika fue recibido por los Reyes y el Príncipe Felipe en el Palacio de El Pardo. Estados Unidos de Europa Por otra parte la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, apostó por denominar en el futuro como «Estados Unidos de Europa» a la actual Unión Europea, después de que el presidente de la Convención Europea, Valéry Giscard d''Estaing, propusiera recientemente tres nuevos nombres: Estados Unidos de Europa, Comunidad Europea o Europa Unida. En declaraciones al programa de televisión Los desayunos de TVE, la jefa de la diplomacia española y representante del Gobierno español en la Convención explicó que la opción elegida refleja el hecho de que Europa está hecha por Estados, sin que por ello se pretende sustituirlos sino «potenciarlos».