El rey preside la Pascua Militar marcada por la polémica de su padre y los oficiales
Se espera que Felipe VI recuerde el deber de neutralidad política de los uniformados
El rey preside hoy en el Palacio Real el solemne acto de la Pascua Militar, la apertura formal del curso militar, en un contexto muy distinto al de las últimas ediciones. Desde que accedió al trono en junio de 2014, ha pronunciado seis discursos que pivotaron, sobre todo, en el compromiso de las Fuerzas Armadas con la Constitución y los valores democráticos, la defensa de la unidad territorial y la reivindicación de los símbolos nacionales, como la bandera, que forma parte de «todos», afirmó en enero de 2019 en los prolegómenos del comienzo del juicio contra los líderes independentistas catalanes.
Felipe VI, como jefe supremo de los ejércitos y de la Armada, siempre se ha caracterizado por sus intervenciones formales e institucionales en la Pascua Militar, muy pegadas a la actualidad de los uniformados. Un evento en el que están presentes los diferentes representantes de los poderes del Estado, con el presidente del Gobierno a la cabeza, y la cúpula castrense al completo. Pero que, sin embargo, no ha sido utilizado por el monarca para llamar la atención sobre determinados asuntos políticos, más allá de guiños implícitos sin mayor recorrido.
La pandemia, como es lógico, será el primer elemento diferencial de este 6 de enero, pero además se juntan otros factores externos como la anunciada reforma de la Corona, el ‘destierro’ voluntario de su padre en Abu Dabi, acorralado por las revelaciones sobre su patrimonio, y un tercer asunto inesperado que ha dañado la imagen de las Fuerzas Armadas y, de forma indirecta, ha salpicado al rey.
Se trata de la polémica generada tras la publicación de unas conversaciones de oficiales retirados del Ejército del Aire en un chat privado, en las que se hablaba de asonadas golpistas contra el Gobierno por sus alianzas parlamentarias y la necesidad de recabar un pronunciamiento de Felipe VI como mando supremo de los militares. De forma paralela se conocieron las cartas remitidas, en el mismo sentido, al jefe del Estado por antiguos uniformados, el fulminante cese de un mando de la Armada que publicó una polémica efeméride de la Guerra Civil en una orden de la Escuela Naval de Ferrol, en la que señalaba a «rojos y nacionales», o la difusión de un vídeo de un grupo de militares haciendo saludos fascistas en una fiesta en la base de la Brigada de Paracaidistas de Madrid, que acabó con tres soldados sancionados.
El Jemad, general del Ejército del Aire Miguel Ángel Villarroya, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, salieron al paso de estos acontecimientos y la Fiscalía Provincial de Madrid abrió diligencias de investigación en el caso del chat privado de los militares retirados. Por todo ello, se espera que el rey incida hoy en el encaje que tienen las Fuerzas Armadas en la Constitución y el deber de neutralidad política que tienen todos los uniformados cuando firman su contrato con el Ejército.
Con respecto al acto del miércoles, esta atípica Pascua Militar de la pandemia también tendrá algún cambio. Se mantienen los honores en la Plaza de la Armería, pero por motivos sanitarios se suprime el tradicional saludo de las autoridades civiles y militares a los reyes en el Salón de Gasparini. A continuación, el Salón del Trono acogerá los tradicionales discursos de Felipe VI y de la ministra de Defensa ante una audiencia más reducida tanto de civiles como de militares.
Además, es el primer 6 de enero en el Palacio Real con el Gobierno de coalición PSOE-Podemos en ejercicio de sus funciones, ya que la investidura de Pedro Sánchez fue sólo 24 horas después del evento del año pasado, que estuvo marcado por la incertidumbre política.