La peor situación la vivieron los cientos de viajeros que durmieron en el aeropuerto a la espera de un vuelo
Los nuevos aguaceros prolongan el caos en el Prat y accesos a Barcelona
Las fuertes lluvias no cesaron de caer durante toda la jornada de ayer en la costa de Barcelona, lo que prolongó la situación de caos, s
La dirección del aeropuerto informó que ayer, jueves, los vuelos acumularon un retraso medio de 45 minutos, aunque varios pasajeros tuvieron que esperar algo más de tres horas para coger su avión. A media mañana, la mejoría meteorológica permitió recuperar la frecuencia en los despegues y aterrizajes. Sin embargo, durante toda la jornada se siguieron produciendo cancelaciones y retrasos que en determinados vuelos llegaron a alcanzar entre una y tres horas de demora. La peor situación la vivieron los cientos de pasajeros que optaron por pasar la noche en el aeropuerto, una vez que el miércoles vieron como sus vuelos eran suspendidos. Muchos de ellos expresaron sus quejas por la falta de información. «No nos dijeron nada en varias horas y al final tuvimos que pasar la noche como pudimos en las instalaciones del aeropuerto», aseguró Óscar Rodríguez, que debía coger un avión hacia Madrid la tarde del miércoles. El caos aéreo coincidió con la visita del presidente del Gobierno, José María Aznar, al aeropuerto de El Prat con motivo del comienzo de las obras de la tercera pista del aeródromo. Aznar expresó su solidaridad con los afectados por las lluvias en Cataluña y, aunque confió en avanzar en obras que disminuyan sus efectos, advirtió de que a su entender «no hay obra humana que sea inmune a los fenómenos atmosféricos». Además el presidente del Gobierno expresó a los trabajadores del aeropuerto y a los usuarios «su solidaridad y agradecimiento por su paciencia y su comprensión». Por su parte, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, que acompañaba a Aznar, dijo que los problemas generados por las fuertes lluvias en el aeropuerto son consecuencia de la incorrecta ubicación del Centro de Control Aéreo de Gavá. El ministro añadió que en próximos meses se acabarán las obras en el nuevo centro de control que evitarán las inundaciones. Castelldefels, bajo el agua Castelldefels sigue siendo la población más afectada por las fuertes lluvias que se repitieron por la mañana, aunque no con la misma intensidad del miércoles. Tras más de día y medio de lluvias -se recogieron cantidades cercanas a los 250 litros por metro cuadrado- el sol apareció en Castelldefels ofreciendo un paisaje devastador con viviendas, escuelas y carreteras totalmente anegadas. Pese al continuo trabajo de los bomberos, la lluvia caída no permitió evaluar con exactitud los daños en una población que ya vivió una experiencia similar el pasado mes de septiembre. La magnitud de las inundaciones obligó a varios vecinos de Castelldefels a dormir en el Polideportivo. «Estamos cansados de la situación. Deberían construir un colector, si no, cada vez que llueva, estaremos en las mismas», afirmó una de las vecinas afectadas. El malestar se extiende por varias de las urbanizaciones de la población. «El olor es insoportable. Vivir en una de estas casas es imposible. Ahora tendremos que esperar a que el Ayuntamiento nos diga donde podemos dormir», relató un vecino.