Cerrar
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

«Que nosotros quedemos por delante podría crearnos dificultades, aunque, con la ley electoral y la distribución de nuestro voto, es prácticamente imposible que ganemos en escaños, matiza un dirigente del PSOE.

Lo que de verdad sería un problema es que Junts gane a ERC». En ese caso, los republicanos podrían entender que su apuesta por la negociación no cuenta con el visto bueno de sus votantes y optar por un cambio de estrategia.

El escenario más plausible hasta la irrupción de Illa en la contienda y cuando las elecciones no habían sido aún convocadas, era una victoria de los republicanos. A lo más a lo que podía aspirar entonces el PSC era a la segunda posición y apenas había un sondeo que se la concediera.

En esa tesitura, los socialistas creían que podría formarse un Gobierno encabezado con Pere Aragonès con En Comú Podem, al que estaban dispuestos a apoyar ocasionalmente desde fuera. La necesidad mutua en el Congreso de los Diputados y el Parlament habría obligado, de acuerdo con ese planteamiento, a una colaboración virtuosa. Pero las cosas parecen ahora mucho más reñidas entre las fuerzas independentistas.

La encuesta electoral del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat —conocida el viernes, poco antes de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña confirmara que los comicios tendrán lugar el 14 de febrero— mantiene a los republicanos en cabeza con 34 o 35 escaños aunque la candidatura de los de Puigdemont encabezada por Laura Borràs estaría solo a 1,3 puntos, con entre 32 y 34 diputados.

En Ferraz admiten que si, como apuntó el CIS que podría ocurrir, es Illa quien ocupa el primer lugar en votos y ERC el primero en escaños, el panorama también se puede complicar para Sánchez. Pero, descartado que vayan a dar los números para formar un Gobierno apoyado solo por los contrarios a la independencia, creen que la situación se podría acabar reconduciendo.

«Cuando pasen las elecciones todo volverá a la normalidad... liosa, pero no tanto», vaticinan con cierta sorna en la Moncloa.

Una derivada más está en lo que suceda con En Comú Podem. Unidas Podemos está en claro retroceso electoral en toda España, como se vio en las gallegas y vascas. Algunos dirigentes ya han empezado a advertir de que el papel de valedor de partidos como ERC o EH-Bildu que se ha arrogado Pablo Iglesias en el Gobierno achica el espacio de las candidaturas propias en los territorios. Y el temor en el ala socialista del Ejecutivo es que una nueva derrota lleve a su socio de coalición a gesticular aún más a la hora de defender sus posiciones en el Consejo de Ministro para tratar de visualizar la utilidad de su presión desde dentro.

En el PSOE admiten que en las últimas semanas ambos partidos se miran más «de reojo» y de ahí que el miércoles celebraran una reunión para pulir aristas. En todo caso, insisten en que no hay el mínimo riesgo de ruptura.