El PP niega negociar con Bárcenas y los barones arropan a Pablo Casado
Afirma que «nunca han hablado con delincuentes» y anuncian acciones legales
Los barones regionales del PP cerraron filas con Pablo Casado y enviaron un mensaje de unidad frente a los que buscan «silenciar» al partido a través de una campaña «orquestada» que, a las puertas de las elecciones en Cataluña y en vísperas de que comience el juicio por la ‘caja B’, «no es casualidad». Una exhibición de concordia interna ante la presión por las acusaciones de Luis Bárcenas, quien aseguró que negoció «enterrar el hacha de guerra» con dos personas vinculadas al PP actual. «Intentan desprestigiarnos, dividirnos y silenciarnos porque somos la alternativa al PSOE», arguyó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso.
El líder de los conservadores, que desde que asumió las riendas en julio de 2018 se esfuerza en diferenciar entre el viejo y el nuevo PP, se desayunó este domingo un nuevo capítulo de la ‘vendetta’ del que fuera responsable de las finanzas del partido. En una entrevista en ‘El Mundo’, Bárcenas señaló por primera vez a la dirección que encabeza Casado al desvelar que uno de los supuestos negociadores es miembro de la Junta Directiva.
La respuesta no se hizo esperar y fuentes del PP se apresuraron a desmentir a su antiguo tesorero. Negaron, de forma tajante, que ninguno de sus cargos «haya hablado nunca con delincuentes» y avisaron a Bárcenas de «actuarán legalmente contra cualquier infundio o calumnia».
En el entorno de Casado aseguran que esa negociación no se ha producido, en ningún caso, con nadie del comité de dirección, el núcleo duro del partido, y reiteran, como avanzó el propio presidente, que «ese PP ya no existe. El sucesor de Mariano Rajoy ya advirtió este viernes de que no tolerará «ninguna práctica irregular» en sus filas y señalará la puerta de salida a quien cruce la línea. Sea quien sea. «No le temblará el pulso para actuar contra cualquier militante contra el que se demuestre conductas irregulares», remarcan fuentes de la dirección, que atribuyen las maniobras de Bárcenas a su «estrategia procesal» para intentar rebajar su condena y la de su esposa, Rosalía Iglesias.
En Génova son plenamente conscientes del daño que les puede infligir el extesorero sacando a relucir «casos de hace veinte años» a una semana del 14-F, donde los populares tratan de aguantar ante la embestida de Vox, y cuyos resultados tendrán una lectura a nivel nacional. «Somos el enemigo natural del PSOE y por eso todo lo que está ocurriendo actualmente no es casualidad. Está todo perfectamente orquestado», denunció Díaz Ayuso, apuntando a una mano negra del Gobierno tras las últimas revelaciones del extesorero del PP.
Respaldo sin fisuras
La regidora madrileña estaba citada ayer junto al resto de presidentes autonómicos del PP para arropar al candidato del partido a la Generalitat, Alejandro Fernández, en el acto central de la campaña en L’Hospitalet de Llobregat. Un encuentro telemático con el que los conservadores pretendían exhibir experiencia y capacidad de gestión frente a Vox, y que sirvió para cerrar filas en torno a Casado. «El PP solo tiene un barón, y ese es Pablo Casado», dijo Fernando López Miras, presidente de Murcia. El castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco le agradeció que «dé la cara» y el gallego Alberto Núñez Feijóo, que «trabaje sin descanso».
El líder de los populares no hizo la menor mención a Bárcenas y agradeció el respaldo de sus barones, mostrándose «orgulloso» de su partido por ser «más necesario que nunca» y estar «unido y con las ideas muy claras». Reivindicó además la «buena gestión» de los gobiernos regionales del PP frente a la «inacción» del Ejecutivo de Pedro Sánchez, a quien acusó de utilizar Cataluña como «moneda de cambio» para mantenerse en la Moncloa. Casado volvió a dar por hecho el tripartito del PSC con Esquerra y los comunes por más que los socialistas lo nieguen. Prueba de ello, dijo, es que «han vuelto a acordar la mesa de la amnistía y la autodeterminación».