Todavía

Frente a la tesis de que si Aznar retrasa el nombramiento de su sucesor hasta seis meses antes de las elecciones de 2004, como parece ser su intención, el «sucesor» será Zapatero; el PP sostiene que el retraso, lejos de perjudicarles, les beneficia. Cuando se sepa quien es el sucesor -aseguran- él será «el nuevo», es decir, quien concite todo el interés de la prensa y del público. No Zapatero. Hasta que se sepa, los socialistas no tendrán con quien practicar el «tiro al plato». Y, mientras no se sepa, en el PP no empezarán las «carreras para colocarse», y Aznar podrá conservar todo el poder en vez de convertirse en un «pato cojo». Figura, esta del pato, que en los sistemas con limitación de mandatos se aplica al presidente que se sabe que ya no va a «repetir» para ilustrar gráficamente la perdida de poder e influencia que sufren, en favor del «sucesor», en el ecuador de su última legislatura. Problemas, desde mi punto de vista, tres. El primero que, sin ser (todavía) preocupante, el desgaste del Gobierno empieza a ser apreciable. El segundo que, sin ser (todavía) un clamor, se empiezan a percibir ciertas ganas de cambio en el ambiente. Y el tercero que, entre que Zapatero (¡todavía!) no tiene enfrente a nadie «reconocible» (del candidato del PP lo único cierto es que no será Aznar) y algunos errores «de libro» del Gobierno (el último, poner ante la opinión pública cara de «pardillos» cuando Zapatero saltó al ruedo de los Prespuestos), el «joven» líder del PSOE está ganando credibilidad por días como «presidenciable». En política, quince meses son una eternidad. Y eso es lo que falta para las próximas elecciones. Pero, aunque un Gobierno con mayoría absoluta tiene que hacerlo muy mal para pasar a la primera a la oposición, ya no empieza a ser un disparate ''verse'' gobernados por Zapatero. Sus aciertos (todavía) son más de «imagen» que de fondo, es verdad. El mitin de Vista Alegre, por ejemplo: «Superzapatero» no dio pista alguna sobre como piensa «pagar» lo que dice que piensa hacer si gobierna. Y el voto español ha madurado, queremos resultados. Pero, le salió bien. Requetebién. Tras Vista Alegre, el PSOE vuelve a ser y a parecer una piña. Gracias a que ha sabido aprovechar los «huecos» que le ha dejado el PP, Zapatero ya «gobierna»... en su casa. ¿Tomará nota Aznar, sus delfines, alguien; o le dejarán seguir avanzando, en solitario, hacia Moncloa?