Diario de León

OPINIÓN Julia Navarro

Algo más que protocolo

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Lo políticamente correcto es afirmar que hay que aceptar las peculiaridades de otras sociedades y otras culturas. Así con motivo de la visita oficial de Mohamed Jatami, presidente de Irán a España, se ha originado una polémica sobre hasta donde había que aceptar las imposiciones de las autoridades iraníes en relación con el protocolo y el transcurrir de la visita. Los hombres, porque son todo hombres, de la delegación iraní, no han aceptado estrechar, a modo de saludo, la mano de ninguna mujer, sea ésta la Reina de España, la ministra de Exteriores, o la presidenta del Congreso, ¿por qué? es la pregunta que cabe hacerse. La respuesta no puede ser más desoladora: porque consideran a la mujer un objeto impuro, y que el solo rozar una mano les contamina. Es una concepción tan aberrante, que se comenta por sí sola. No hace falta alargarse explicando sobre la situación de las mujeres en Irán donde no son ciudadanas, ni de primera ni de segunda, sencillamente no son ciudadanas de pleno derecho, y viven bajo la tutela permanente de padres y maridos. Bueno, pues me parece y no me importa ser políticamente incorrecta, que no se pueden aceptar, dar por buenas, como peculiaridades, esa concepción de las mujeres que tienen algunas culturas. Es decir en la defensa de los derechos y libertades, de que todos somos iguales, no se puede ceder, no se pueden hacer concesiones. Sin duda la diplomacia española habrá batallado duro con la diplomacia iraní para llegar a un acuerdo en las normas que posibilitara el viaje del presidente Jatamí, pero qué quieren, a simple vista parece que las únicas cesiones se han hecho por parte española. El invitado ha impuesto sus normas al invitador, algo impensable si fuera al revés. Es decir si un representante de una institución española, ya fuera el Rey o el presidente de Gobierno, visitaran Irán, sería impensable que en ese caso los anfitriones iraníes aceptaran organizar un banquete oficial con vino, como deferencia a que eso forma parte de la cultura española. Y mucho menos permitirían que estrecharan la mano de sus mujeres. Pero siendo más que criticable el que se hayan podido aceptar las imposiciones protocolarias del Gobierno iraní, lo es más el que se intente defender esta decisión diciendo que hay que respetar las peculiaridades culturales de los visitantes. Pues mire usted, no. Sencillamente no se puede considerar peculiaridad la falta de respeto a las mujeres, a su dignidad, la violación de derechos humanos que significa considerarlas como seres impuros, el trato denigrante que sufren las mujeres en países fundamentalistas.

tracking