Bárcenas dará veracidad a la ‘caja B’ del PP en su declaración en la Audiencia Nacional
Hoy detalla al tribunal su confesión ante la Fiscalía y señalará a Rajoy por su supuesto conocimiento de los papeles contables
Un Luis Bárcenas liberado declara este lunes ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga una de las dos piezas de la presunta ‘caja B’ del Partido Popular. El extesorero nacional del partido asume su nuevo rol en el ‘caso del PP’ y está dispuesto -ahora parece que va en serio- a dar un paso adelante para confirmar la existencia de una contabilidad paralela durante casi dos décadas, 1990-2009. La Sala examinará su gestión de la tesorería al margen del Tribunal de Cuentas, que él mismo y su antecesor Alvaro Lapuerta, ya fallecido, manejaban en solitario, según dijo. Pese a que la Fiscalía Anticorrupción minimizó su escrito de confesión remitido al Ministerio Público a principios de febrero —«aporta escasas novedades, ninguna sustancial», contestaron—, Bárcenas llega a la sesión del juicio sobre el pago de las obras de la sede del PP con un horizonte personal y procesal más despejado. «Sin nada que perder», admiten en su entorno.
A saber, el exsenador estrena nueva estrategia de defensa con su abogado Gustavo Galán. El mismo letrado que ha logrado que su mujer, Isabel Jordán, antigua gestora de las empresas de Francisco Correa, cerebro confeso del caso PP’, esté en semilibertad con control telemático pese a una condena firme de casi 15 años de cárcel. El motivo fue su colaboración activa con la justicia, que le valió una «atenuante muy cualificada» en su pena. Otro de los motivos de la redención de Bárcenas es la situación de su esposa. Rosalía Iglesias se encuentra en prisión desde noviembre pasado cumpliendo castigo por la pieza principal de la trama corrupta.
La importancia de Rosalía
El futuro personal de Iglesias siempre fue la línea roja que marcó el extesorero popular para definir su camino. Solo había dos vías: controlar los daños al PP —ya se vio en la causa por la destrucción de los ordenado—es, cuando retiró su acusación a última hora, en septiembre de 2016- o atacar directamente al partido si se consumaba el encarcelamiento de su mujer, como al final ocurrió. Esto supuso señalar ante Anticorrupción a los presuntos receptores de sobresueldos en negro en la cúpula popular y detallar el funcionamiento de la ‘caja B’. Es decir, revelar las llamadas «donaciones finalistas» de empresarios a cambio de la adjudicación de obra pública por parte de administraciones gobernadas por el PP. Unos hechos que se instruyen en la actualidad en la segunda pieza separada de los llamados ‘papeles de Bárcenas’.
La máquina destructora
Entre bambalinas se quedaron aquellas falsas promesas enviadas al acusado la primera vez que entró en prisión provisional, en junio de 2013, pocos meses después de descubrirse su fortuna oculta en Suiza. Supuestos emisarios del partido le garantizaron que si guardaba silencio Iglesias no entraría en prisión. Y esta creencia hizo que Bárcenas vagara sin rumbo durante todos estos años.
Hasta el escrito de confesión ante la Fiscalía, en el que señalaba directamente al expresidente Mariano Rajoy por su supuesto conocimiento de papeles de la ‘caja B’. «Rajoy terminó, personalmente, destruyéndola en la máquina de papeles sin saber que yo guardaba una copia de esta documentación», aseguró. Finalmente, otros dos hechos conocidos de forma reciente hacen que Bárcenas vea el horizonte procesal con mayor claridad. El tribunal ha fijado en 12 años el cumplimiento máximo efectivo de prisión.
Esta cuantía corresponde al triple de la pena más alta impuesta en la condena por la pieza principal del caso PP’, en este caso por blanqueo de capitales y delito fiscal.
Hasta hoy ha cumplido más de cuatro años de cárcel entre preventiva y firme, y ya puede acceder a los primeros permisos de salida. En segunda lugar, hace dos semanas se supo que Bárcenas accedía a que el tribunal repatriara sus 22 millones de euros bloqueados en bancos de Suiza. Un gesto que serviría para reparar más de la mitad de la multa impuesta en la condena. Otro movimiento más en busca de beneficios dentro de su nueva estrategia procesal.