Pedro Sánchez cambia a Ayuso por Vox: «Los seguidores del asalto al Capitolio están aquí»
El presidente del Gobierno reaparece en la campaña electoral de Madrid para activar a los votantes de izquierdas
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reaparecido en la campaña electoral madrileña para denunciar la «amenaza» de Vox a la democracia española al no condenar las cartas con balas recibidas por el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pero ha afirmado que será «la última línea que cruce» esta formación.
La campaña para las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid dio un giro el viernes al poner en duda estas amenazas la candidata de Vox, Rocío Monasterio, durante un debate que acabó siendo cancelado tras la marcha de Iglesias y la negativa de Ángel Gabilondo (PSOE) y Mónica García (Más Madrid) a continuar.
«Ha llegado la hora de ser claro y decir que Vox representa una amenaza para la democracia española, una amenaza para la convivencia de los españoles», ha dicho Sánchez durante un mitin en Getafe en el ecuador de la campaña junto a Marlaska y Gabilondo, al que había acompañado justo hace una semana en otro acto electoral.
El presidente del Ejecutivo ha advertido de que «la gente que defiende lo mismo que vimos en el Capitolio de Washington», con su «reguero de violencia y de odio», está aquí «a muy pocos metros de nosotros», en referencia a Vox.
Una formación que, ha recalcado, «no es un partido cualquiera» sino que «sostiene con su voto a gobiernos del PP en distintas partes de España» y es la formación con la que pretenden gobernar los populares en Madrid.
De ahí el nuevo lema electoral que estrenó el PSOE el sábado (‘No es sólo Madrid, es la democracia’) y la insistencia de los socialistas en plantear estos comicios como una elección entre «fascismo y democracia».
Una idea que también defiende el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que ha dicho durante un acto en Collado Villalba que los líderes del PP y Vox «no conocen el esfuerzo, porque se lo han regalado todo» y «odian la democracia» porque implica que sus «privilegios» sean «derechos» para todos, y los quieren «para ellos».
En la misma línea se ha manifestado la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, quien ha dicho que el PP tiene como líder a «una candidata de Vox» que está emprendiendo las políticas neoliberales «más salvajes, a imagen y semejanza de la ultraderecha», que suponen «un caldo de cultivo perfecto a que nazca el odio».
La cabeza de lista de Más Madrid, Mónica García, ha pedido a la presidenta madrileña y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, que se replantee si sigue creyendo que «que te llamen fascista es estar en el lado bueno de la historia», como dijo la propia Ayuso en unas declaraciones.
Durante el acto de campaña en Alcorcón, Ayuso ha vuelto a centrar sus críticas en Pedro Sánchez, convencida de que los madrileños dirán en los comicios autonómicos que «se acabó» a la «hipocresía», la «tiranía» y la «prepotencia» del presidente del Gobierno.
En su opinión, «no hace falta ser de derechas para oponerse a Sánchez, sino ser sensato», y ha defendido su discurso «en positivo» y de «centro derecha», que «concita apoyos» y «busca los consensos», frente a la «división» y el «enfrentamiento» del PSOE.
Además, ha criticado el mitin de este domingo del PSOE en un polideportivo de Getafe dentro de una zona confinada, algo que han desmentido los socialistas al defender que la entrada al recinto está en una área sin restricciones.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, que ha acompañado a Monasterio en un acto electoral, ha insistido en que Iglesias, Marlaska y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, tienen la «condena» de Vox, aunque también su «desconfianza», en alusión a las cartas amenazantes recibidas por los tres.