El autor de la carta con una navaja con sangre a la ministra Maroto tiene un trastorno mental grave
La Policía Nacional identificó ayer al hombre que envió una carta amenazante con una navaja en su interior a la ministra de Comercio, Turismo e Industria, Reyes Maroto. Se trata de un vecino de El Escorial (Madrid), diagnosticado con «problemas psiquiátricos graves», que el pasado miércoles a mediodía acudió a una oficina de Correos de la localidad y remitió el sobre a la sede ministerial.
Los agentes pudieron localizar al hombre con bastante rapidez, ya que éste añadió en el remite de la misiva su nombre, apellidos y dirección, que se comprobó que era real, según confirmaron fuentes de la investigación.
La Policía sostiene que la carta recibida por Maroto «no tiene nada que ver» con las que fueron remitidas a Pablo Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y María Gámez el miércoles y jueves de la semana pasada, respectivamente. Estos sobres anónimos incluían, además de las amenazas de muerte, varias balas de gran calibre.
En el caso de Maroto, la navaja de acero inoxidable «aparentemente ensangrentada» llegó al ministerio el viernes pasado en un sobre acolchado y pasó el escáner de rayos X, según quedó registrado en el papel. Estaba oculta entre recortes de prensa y envuelta en dos CD. También contenía un escrito intimidatorio, con fragmentos de mensajes difundidos en redes sociales o en el sistema de mensajería Whatsapp.
En todo caso, se trata de una puesta en escena diferente a las misivas recibidas por el ministro del Interior, el secretario general de Podemos y la directora general de la Guardia Civil, que recogían amenazas explícitas contra su vida. «Tienes 10 días para dimitir. El tiempo de reírte de nosotros se terminó. Policía Nacional, Guardia Civil. El tiempo lo tienes en contra para los taponazos», rezaba la carta dirigida a Grande-Marlaska.
Reyes Maroto se personó ayer por la mañana en la Comisaría del Congreso para interponer la denuncia. Al mismo lugar acudieron el jueves su colega de Interior e Iglesias, mientras que la directora de la Guardia Civil la presentó ante la UCO del instituto armado.
«Recibir una navaja donde quieren atentar contra vuestra vida os podéis imaginar lo duro que es», expresaba la titular de Industria a los medios de comunicación tras acudir a la comisaría. No obstante, también aseguró que este tipo de actos «nos da a los amenazados más fuerza, nos da voz para trabajar para que esto no vuelva a ocurrir», añadió.
Con respecto a las pesquisas sobre las primeras cartas, la Policía y la Guardia Civil siguen trabajando en varias líneas de investigación. | MATEO BALÍN