Aragonès promete culminar la secesión catalana con un referéndum acordado
El candidato de ERC será elegido presidente de la Generalitat con los votos de Junts y la CUP
El candidato de ERC, Pere Aragonès, será investido hoy presidente de la Generalitat, con los votos de Esquerra, Junts y la CUP, 74 escaños sobre 135. Es la mayoría más amplia desde la elección de Pasqual Maragall en 2003. Aragonès defendió ayer su elección en la primera jornada del pleno de investidura, con un discurso en el que fijó las bases de su mandato. Se comprometió a «hacer posible la culminación de la independencia» a través de un referéndum pactado con el Gobierno central.
Igual que el pacto de gobierno suscrito por Junts y ERC, Aragonès cargó su discurso de retórica independentista, si bien huyó de la épica de sus antecesores. No concretó cómo pretende culminar la secesión, más allá de fiar toda su agenda soberanista al resultado de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, en la que se propone obtener la autorización del Ejecutivo para ejercer la autodeterminación y la amnistía de los presos. El Gobierno insiste desde hace años que esas dos reivindicaciones no son posibles pues escapan al marco de la Constitución.
Aragonès reclamó para Cataluña la misma vía que ya exploró en 2014 Escocia. «Quiero un referéndum de autodeterminación», expresó. «La Generalitat irá a la mesa de negociación para resolver de una vez el conflicto político con el Estado. Esta es mi obsesión», remató y prometió impulsar un acuerdo nacional para la autodeterminación y la amnistía. El dirigente apeló al mundo independentista, pero también a los comunes para que se sumen al acuerdo por el referéndum.
El mandato de Aragonès comenzará con problemas en uno de los dos socios de la coalición de gobierno. En JxCat, hay sectores que no acaban de aprobar el acuerdo suscrito con Esquerra. Carles Puigdemont, presidente de Junts, mantiene un significativo silencio desde el lunes en que se presentó el pacto. El expresidente catalán, muy activo en la redes sociales, no ha valorado aún la alianza, lo que deja entrever que no es muy partidario.
La renuncia de Elsa Artadi a ser la vicepresidenta y consejera de Economía, anunciada el miércoles, refuerza la tesis de que hay sectores del partido que no están cómodos con este entendimiento con ERC y con este programa de gobierno. ERC y Junts no solo tendrán que limar asperezas de todo lo que se han dicho estos años, sino que la pugna también se libra en el seno de JxCat, lo que añade dificultades al Ejecutivo.
El portazo de Artadi denota además que hay una parte de Junts que considera que el Govern de Aragonès no durará mucho. De hecho, a los dos años tendrá que someterse a una moción de confianza. En dos años tendrá que volver a solicitar la confianza de la Cámara y ese es el plazo que los independentistas dan a la mesa de diálogo. Junts no cree en ella, pero Aragonès replicó ayer a la intervención del juntero Albert Batet que el Gobierno central solo autorizará un referéndum si el independentismo es capaz de acumular más fuerzas. Aragonès, por tanto, plantea un secesionismo sin las prisas de sus antecesores, Puigdemont y Torra. Batet le recordó en cambio que tiene un mandato claro del 52% de la ciudadanía con el 1-O y con la declaración unilateral del 2017. Y le advirtió con «no desviarse» del camino.
Laura Borràs no se reunirá con el rey para comunicarle la investidura del candidato de ERC. No es una condición ‘sine qua non’ para que el cambio de gobierno sea efectivo, pero sí era un gesto de cortesía que se perdió durante los años del ‘procés’, lo que ha visualizado la distancia entre la jefatura del Estado y las instituciones autonómicas catalanas.