De los cuatro jinetes del Congreso solo queda uno: Pedro Sánchez
La repetición de las elecciones en noviembre avalaron el descalabro de Cs. Diez diputados. La noche electoral el líder naranja presentó su dimisión. Poco a poco el bipartidismo recuperaba posiciones. En aquellos comicios el PP alejaba el peligro del ‘sorpasso’. Tras Rajoy, refugiado en su Galicia natal y con escasas reapariciones públicas, caía Rivera. Ahora trabaja en un despacho de abogados. Luego llegó el ‘pacto del abrazo’ Sánchez-Iglesias.
El líder de Podemos asumía que su gran sueño, superar al PSOE, era imposible. A cambio se hacía con una vicepresidencia. El éxito de la jugada ha sido efímero. Hace tres semanas renunció tras la debacle en Madrid. Se especula con su vuelta a la universidad, con que ejercerá el «periodismo crítico». De aquellos cuatro jinetes que estaban en el Congreso hace tres años, solo queda uno: Pedro Sánchez. Fiel a su fama de superviviente, sigue en pie. Se agarra a su acuerdo con ERC, con el PNV, con EH Bildu. No parece sólido, pero siempre se ha movido bien en el alambre. Donde otros caen, él mantiene el equilibrio. Por ahora.