Hallan dos años después el cuerpo de la víctima de violencia machista
El joven tenía antecedentes y acosó a Wafaa Sebbah para mantener sexo con ella
Casi dos años después, la desaparición de Wafaa Sebbah, la joven argelina de 17 años que se esfumó en La Pobla Llarga (Valencia), ha terminado en tragedia. Los gritos desgarrados de una madre, rota tras meses velando por dar con su hija, recorrían ayer la calle Carlos Roda de este municipio situado a 60 kilómetros de Valencia y epicentro del dolor. La Guardia Civil localizó a mediodía su cadáver en un pozo tras la confesión del autor del crimen, David D., quien indicó a los investigadores el lugar donde arrojó el cuerpo de la joven tras matarla hace un año y medio.
Los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Valencia rescataron los restos en presencia del juez de guardia y del hombre detenido por la desaparición y muerte de la chica.
Ayer su búsqueda comenzó en una finca del abuelo del arrestado. El posicionamiento del móvil del sospechoso apuntaba a ese lugar como uno de los posibles de la ubicación del cuerpo de la víctima. Un grupo numeroso de agentes de la Comandancia de Valencia y de la Unidad Central Operativa (UCO) inspeccionaron el terreno con un georradar y perros adiestrados en la detección de restos cadavéricos.
El acusado no colaboro en primera instancia con los agentes. Esquivo, lo negaba todo. Los especialistas usaron varias estrategias para ablandar al sujeto. Trabajaron su psicología hasta derrumbar su armazón. Le dejaron ver a su madre. Después de ese encuentro, el detenido confesó. «No estáis buscando en el sitio bueno. Os diré dónde está la chica», pronunció. Y llevó a los investigadores hasta una parcela de la familia materna. Allí David señaló un pozo. En su oscuridad, los restos de Wafaa. El detenido tiene antecedentes por violencia de género y había acosado a Wafaa, presuntamente, para mantener relaciones sexuales con la chica, pero ella no accedía a las pretensiones de David.