Las revelaciones de ‘Kitchen’ desarman la línea de defensa de Fernández Díaz
«A Villarejo lo he visto dos veces y he hablado con él dos minutos» (septiembre de 2016). «Sobre la operación Kitchen me estoy enterando ahora. Salvo que se me demuestre lo contrario, me costaría creer que es cierto» (junio de 2019). «No tenía interés particular ni nadie me había solicitado ni comunicado cómo se llamaba o si tenía chófer Bárcenas. Tenía preocupaciones más importantes» (noviembre de 2020).
En estos más de cuatro años desde que apareciera el nombre de José Manuel Villarejo en el caso del pequeño Nicolás —y luego en la operación Kitchen tras su detención en noviembre de 2017—, Jorge Fernández Díaz ha venido manteniendo que desconocía el dispositivo de espionaje a Luis Bárcenas para recuperar documentos sensibles en su poder sobre dirigentes del PP. El ministro del Interior entre 2011 y 2016 está investigado desde septiembre pasado.
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón le atribuye una «participación directa» en el plan y actuando por delegación de éste, «al parecer», estaría el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.
Desde que conoció su imputación, Fernández Díaz ha centrado su defensa en desvirtuar los mensajes de móvil que le incriminan, remitidos supuestamente a Martínez en pleno operativo en 2013. Se trata de unos SMS en los que se hablan, entre otros, del chófer de Bárcenas y en los que el ministro le pedía a su número dos total coordinación y medios porque debían «conseguir esa información».
Sin embargo, las versiones contrapuestas de ambos encausados llevó al juez a celebrar un áspero careo en noviembre siguiente para aclarar quién decía la verdad. La siguiente batalla sobre la veracidad de estos textos la juegan los peritos. Será el 14 de julio.