Cospedal y Villarejo se reunieron «entre ocho y diez veces» en la sede del PP
José Luis Ortiz era una de las personas de máxima confianza de María Dolores de Cospedal. Fue su jefe de gabinete en la Junta de Castilla-La Mancha y en el Ministerio de Defensa. La persona que llevaba su agenda diaria y hacía las veces de asesor político. Ayer en la Audiencia Nacional, donde acudió como imputado por su presunto conocimiento de la operación Kitchen, Ortiz sacó su libreta para detallar que la relación entre su jefa y el comisario José Manuel Villarejo fue más asidua que lo declaró Cospedal el martes ante el juez.
Ortiz especificó que hubo «entre ocho y diez» reuniones entre ambos en la sede nacional del PP, en la calle Génova 13 de Madrid. Una cifra que contrasta con los «tres o cuatro» encuentros que aseveró la exnúmero dos del PP. Ortiz relató los pormenores de estas citas que, según Cospedal, comenzaron en verano de 2009, en pleno escándalo por la caja B del PP. Dijo que él era el encargado de recoger en un coche oficial del partido a Villarejo, que quedaban en la ya desparecida cafetería Riofrío, en la plaza de Colón, y que entraban por el garaje de Génova 13 para no figurar en los registros de entrada. Posteriormente, subían en ascensor directamente hasta la planta donde se encontraba el despacho de la secretaria general.
Ortiz aclaró que él se limitaba a cumplir órdenes de su jefa y que no se cuestionaba nada. Además, declaró que nunca asistió a ninguna reunión con el funcionario y que los mensajes que se intercambiaba con él eran los rutinarios para establecer las citas, pero no tocaban temas de relevancia.
Con estos dos datos más profusos, el jefe de gabinete de Cospedal le quitó protagonismo a la primera declaración de la jornada, la del marido de la exministra: el empresario Ignacio López del Hierro, que estuvo en aprietos para explicar su relación con el excomisario.