El exnúmero dos de Interior se cierra en banda en el juicio de la Kitchen
El ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez declaró ayer como investigado en la pieza separada del caso Villarejo referida a la operación Kitchen. El ex número dos de Interior durante el Gobierno del PP negó cualquier conocimiento sobre la existencia de este dispositivo «ilegal», según el juez, para espiar al ex tesorero del PP Luis Bárcenas entre 2013 y 2016.
Martínez rechazó en concreto que acudiera a una reunión con el expresidente Mariano Rajoy y el abogado Javier Iglesias, vinculado al PP, en la sede de la calle Génova, en contra de lo anotado por el comisario jubilado José Manuel Villarejo en sus agendas.
El investigado, que ya tuvo un careo en el juzgado con el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz para aclarar su participación en los hechos, cuestionó la veracidad de gran parte de las notas de Villarejo. Para ello se agarró a las palabras del propio comisario de que en realidad serían diarios personales y su contenido, dijo, «meras elucubraciones», según comentaron fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio.
El juez instructor, Manuel García Castellón, se mostró exhaustivo a la hora de preguntar sobre esos apuntes. Uno de ellos, de 11 de julio de 2013, le situaría en el mismo origen de Kitchen. Junto a «Chisco», como le apodó el comisario, se lee: «Charla de 45 minutos. Plan contra LB. Interv. comunicaciones, registros y citación de mujer e hijo».
García-Castellón considera esta nota el arranque de la operación contra Bárcenas para recuperar información sensible en su poder sobre la caja B en el PP.
Por lo tanto, la comparecencia en el juzgado de la Audiencia Nacional del ex número dos de Interior, a quien casi todos los mandos policiales imputados señalan por autorizar este dispositivo y el uso de fondos reservados, apenas aclaró nada sobre la investigación. En definitiva, Martínez se cerró en banda y no reconoció los indicios acumulados.