Rabat levanta otra valla en Ceuta llena de concertinas dos meses después de la crisis con Madrid

Dos meses después de la mayor crisis diplomática con Marruecos de los últimos años a raíz del caso Ghali y la posterior entrada en Ceuta de miles de personas a través del espigón de Tarajal, Rabat ha comenzado los trabajos para levantar una nueva valla en el perímetro fronterizo con la ciudad autónoma.

La edificación está compuesta por tres muros de interceptación que obstaculizaría el tránsito de personas. El proyecto de impermeabilización con el que el país vecino quiere lavar su imagen incluye la colocación de hileras de concertinas —similares a las que España ha retirado— por todo el arenal marroquí. En octubre se iniciará un nuevo plan en el cual se traspasará 12.000 metros cúbicos de arena a lo largo del espigón de Ceuta, de manera que el agua pueda sumergir toda la barrera hasta los puntos de vigilancia de la Guardia Civil.

Este proyecto contradeciría lo anunciado por el presidente del Gobierno sobre su intención de retirar el espigón de la valla fronteriza después de que las hojas hubiesen herido a los inmigrantes en su intento de pasar la frontera a nado.

En clave de seguridad, el director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), general Manuel Navarrete, ha destacado la «eficaz» cooperación policial con Marruecos y ha reconocido que uno de los aspectos analizados, pese a arrojar «casos contados», es el de la filtración de yihadistas en las redes migratorias. Así lo admitió Navarrete en el último número de la revista de la Fundación Víctimas del Terrorismo.