La coalición vuelve a fragmentarse en víspera de negociar los Presupuestos

El final del curso político había dejado las aguas calmadas entre PSOE y Unidas Podemos. Tres meses después del adiós de Pablo Iglesias, ni siquiera la crisis diplomática con Marruecos o las protestas en Cuba habían dado pie a los enfrentamientos públicos que marcaron la convivencia del Consejo de Ministros en su primer año de andadura. Los socios contaban con marcharse de vacaciones con la vista puesta en iniciar las negociaciones de los Presupuestos en septiembre, la pieza clave para asegurar lo que resta de legislatura. Sin embargo, los choques volvieron a repetirse por tres asuntos concretos: el aniversario de la marcha de España del rey emérito el pasado 4 de agosto, la ampliación del aeropuerto de El Prat y sus consecuencias medioambientales, y la OPA de fondo IFM sobre la empresa eléctrica Naturgy, que recibió el visto bueno del Gobierno el martes.

Fue la ministra de Derechos sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, la primera en airear las discrepancias en público. Una vez más, abrió fuego a través Twitter. En una serie de mensajes calificó de «huida» la salida de Juan Carlos I. El presidente del Gobierno, que almorzaba ese día con Felipe VI en el Palacio de Marivent, evitó pronunciarse sobre la polémica y destacó «el compromiso de Felipe VI» con la renovación de la Corona.

En Unidas Podemos aún están a la expectativa de ver cómo se cristaliza un acuerdo con la Generalitat. El principal punto de fricción es el impacto ecológico que pueden tener las nuevas pistas del aeródromo barcelonés, en concreto sobre el parque natural de la Ricarda.

La tercera piedra en el camino es la OPA del fondo australiano IFM Investors sobre la eléctrica Naturgy, que cuenta con la autorización del Gobierno. El portavoz de Podemos, Pablo Fernández, lo considera, en cambio, como «un craso error» y lo define como una «pérdida de soberanía energética» para España.