La delegada de Ceuta augura una mejora en las relaciones con Marruecos

La delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos, se mostró ayer optimista al confiar en que «en unos días» se percibirá una mejora en las relaciones entre España y Marruecos, mermadas desde que entre el 17 y el 18 de abril cruzaran la frontera de la ciudad autónoma a pie y a nado -sobre todo por el paso de El Tarajal- más de 10.000 ciudadanos marroquíes ante la pasividad de las fuerzas policiales del país vecino.

Mateos achacó este regreso a la normalidad diplomática al relevo efectuado el pasado 12 de julio en el Minsiterio de Asuntos Exteriores, cuando la ministra saliente, Arancha González Laya, entregó la cartera a José Manuel Albares. Un movimiento que la prensa oficial de Marruecos calificó de «positivo» y definió como un «intento» del Gobierno de Pedro Sánchez de «encauzar las relaciones».

Lo que no precisó la delegada del Gobierno en Ceuta fue si esa mejora se traducirá en el retorno de los más de 1.000 marroquíes adultos que continúan residiendo irregularmente en la ciudad desde mediados de mayo o si ocurrirá lo mismo con los cerca de 800 niños y adolescentes no acompañados acogidos, como «confía» en que suceda.

Desde entonces, un total de 3.474 ciudadanos del país vecino regresaron voluntariamente y 124 fueron devueltos. Además, 1.230 solicitaron protección internacional en España y 260 ya pudieron cruzar el Estrecho tras ver sus peticiones admitidas a trámite.

Mateos lamentó que estos migrantes optasen por «la vía más rápida para intentar llegar a la Península», pero advirtió que «sólo un 4% de los marroquíes ve finalmente admitidas sus peticiones cuando terminan los procedimientos». El resto, serán expulsados con una orden de prohibición de entrada en territorio de la Unión Europea «durante cinco o diez años».